En un comunicado, Boeing dijo que entre enero y septiembre ha facturado 47,493 millones de dólares, un 11 % más que en ese tramo del ejercicio anterior, en el que sus pérdidas ascendieron a 3,502 millones.
En el tercer trimestre de 2021, el más seguido por los analistas de Wall Street, la compañía tuvo unas pérdidas de 132 millones de dólares, un 72 % menos interanual, mientras que sus ingresos aumentaron un 8 %, hasta los 15,278 millones.
El gigante de la aeronáutica parece ver la luz al final del túnel tras sufrir primero una crisis por los accidentes de dos aviones 737-MAX en medio año y después otra por la pandemia del coronavirus.
El principal ejecutivo de la empresa, David Calhoun, atribuyó la mejora de sus resultados al impulso de la demanda del mercado comercial, ligado a las campañas de vacunación contra la covid-19 y la reapertura de las fronteras.
"Mirando hacia adelante, la capacidad de la cadena de suministro y el comercio global serán los motores clave de nuestro sector y de la recuperación amplia de la economía", agregó el ejecutivo, que está centrado en buscar "estabilidad" tras la peor etapa de la empresa.
No obstante, los problemas con los aparatos siguieron presentes en Boeing y en el trimestre más reciente avisó de que los defectos detectados en su modelo 787 Dreamliner le generarán 1,000 millones en costes, de los que ha anotado ya 183 millones.
Por áreas de negocio, la firma obtuvo los mayores ingresos en su negocio de defensa, espacio y seguridad (6,617 millones, un 3 % menos interanual), seguido por el de aviación comercial (4,459 millones, un 25 % más) y el de servicios globales (4,221 millones, un 14 % más).