Carnival se prepara para el "peor escenario" ante el devastador COVID-19

Arnold Donald, presidente ejecutivo de Carnival, aseguró este jueves que la pandemia del COVID-19 ha sido "devastadora" para el turismo y que la compañía se está preparando para el "peor escenario" antes de la reactivación, que será solo cuando las personas puedan volver a "reunirse en grupos".

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Donald dijo ayer en teleconferencia de prensa que "se han preparado para el peor de los casos", para operar sin ingresos, y que su misión es asegurarse de que la compañía salga a flote incluso si la pausa se extiende.

Recordó que exploran otras opciones de financiación y estímulos económicos en otros países después de que la industria de cruceros no fuera incluida por el Gobierno estadounidense en el paquete de ayuda por 2.2 billones de dólares debido al coronavirus.

El ejecutivo manifestó que tiene esperanza de que la deuda existente también podría extenderse.

Enfatizó que la industria del turismo depende de que la gente pueda volver a reunirse más que de las directrices oficiales, en referencia a la prohibición de la navegación de cruceros hasta finales de julio ordenada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.

Desde principios de la pandemia los CDC recomendaron a los estadounidenses no viajar en cruceros por temor a que se produjeran focos de la nueva enfermedad a bordo de varios de ellos.

Sin embargo, el presidente de Carnival manifestó hoy que hay un gusto especial de los viajeros por los cruceros que se ve en que sus clientes están reservando para este verano y para el resto de 2020 y 2021.

Con una flota de más de 100 barcos, por ahora fuera de servicio, la compañía ha tenido que hacer uso de su línea de crédito renovable por 3,000 millones de dólares y recaudar unos 6,000 millones de dólares al emitir una combinación de deuda y capital.

Sobre posibles demandas judiciales de pasajeros que se enfermaron de COVID-19 en sus cruceros, Donald se mostró tranquilo al señalar que ellos "hicieron lo que les dijeron que tenían que hacer" y respondieron de forma agresiva a la propagación del virus en sus barcos.

El crucero Princess de Carnival protagonizó en Japón una de las primeras cuarentenas de barcos fuera de China, donde se originó la pandemia.

La multinacional además ha lidiado desde entonces con pasajeros y tripulantes contagiados con el nuevo coronavirus, puertos que no les permiten atracar y con la dificultad de devolverlos a sus huéspedes a sus países de origen.

Por otro lado, Donald señaló que cuidan de su tripulación y los buques para asegurarse de que estarán en condiciones cuando reactiven las operaciones.

Señaló que aún es muy temprano para saber los nuevos protocolos y normativas que tendrán que poner en marcha cuando termine la pandemia.