China priorizará la autosuficiencia tecnológica sin cerrar la puerta al mundo

China se centrará los próximos cinco años en conseguir la autosuficiencia tecnológica para no tener que depender de Estados Unidos, pero continuará profundizando en su proceso de reforma y apertura, además de reducir las desigualdades en su desarrollo para potenciar la demanda interna.

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Esas son las prioridades que se han marcado los más de 300 miembros del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh) tras su reunión de cuatro días en un hotel de Pekín, que explicaron hoy varios dirigentes en rueda de prensa.

El giro hacia el mercado interno para expandir la demanda, en el marco de la llamada estrategia de "circulación dual" por la que el consumo interno se potenciaría gracias al mercado exterior, no supondrá una atenuación del proceso de apertura y reformas, que continuará profundizándose, recalcaron.

"No cerraremos la puerta al mundo, más bien al contrario. China necesita cada vez más al mundo y este, más a China para mejorar su tecnología", afirmó el ministro de Ciencia y Tecnología, Wang Zhigang.

Wang subrayó que el desacoplamiento entre las economías de las dos mayores potencias mundiales, EEUU y China, "no es bueno para nadie" y afirmó que "sin importar cómo cambie el mundo" el país asiático "seguirá con su política de apertura".

En este sentido, el ministro recordó que, pese al incremento de la tensión en los últimos meses entre Washington y Pekín, en el tercer trimestre de 2020 el comercio entre los dos países creció un 16 % con respecto al mismo periodo del año pasado.

"La profundización de la reforma y la apertura continúa siendo la clave y la inevitable opción para el desarrollo. El dinamismo liberará todas las potencialidades de la economía china", subrayó.

Sin embargo, Wang precisó que, en vista de los nuevos desafíos, China "mejorará su capacidad para la innovación independiente y se concentrará en hacer bien sus propios deberes internos, ya que las tecnologías clave no pueden ser compradas, ni adquiridas".

LA AUTOSUFICIENCIA TECNOLÓGICA, CRUCIAL PARA CHINA

Los vetos de Estados Unidos a sus grandes compañías tecnológicas, especialmente en lo referido a la cadena de suministro de chips, han llevado a China a poner todas sus fuerzas en la innovación y la autonomía en este sector.

Otros dirigentes del Comité Central que participaron en la rueda de prensa recalcaron que impulsar la innovación y alcanzar la suficiencia tecnológica es un asunto de crucial importancia para China.

El órgano de dirección del partido estableció planes para ello "antes que para los otros sectores", explicó Wang, con el fin de "adaptarse a las nuevas características del desarrollo económico mundial en la nueva era".

"Necesitamos soluciones tecnológicas más que nunca, tenemos que enfocarnos en este avance", recalcó, y destacó la importancia de hacer esto al tiempo que se persigue la "circulación dual".

En este sentido, se pretende "hacer de China el lugar de elección para talentos, empresas y expertos de todo el mundo".

Han Wenxiu, subdirector de la Comisión de Asuntos Económicos y Financieros del Comité Central, señaló que el peso de las exportaciones e importaciones chinas en su economía ha bajado del 60 al 30 % entre 2007 y 2019, y también lo ha hecho el superávit comercial.

MEJORAR LA DISTRIBUCIÓN DE LOS INGRESOS Y REDUCIR LA BRECHA

"La economía ya está basada en la demanda interna. La circulación doméstica será el principal objetivo y se reforzará con la externa", dijo, y apuntó que para ello deben "removerse todos los obstáculos al consumo y mejorar la distribución de los ingresos en el país".

"El gran mercado chino mejorará nuestra economía y dará muchas oportunidades a otros países", afirmó.

El plan quinquenal que propuso el Comité -y que será elevado a la Asamblea Nacional Popular (ANP, legislativo chino) para su aprobación el próximo marzo- "abrirá el camino para los objetivos a largo plazo del país en 2035", que también fijaron los máximos dirigentes chinos en su reunión de cuatro días en Pekín.

"La reforma, la apertura y la innovación son las tres claves principales para conseguir nuestro objetivo en 2025", destacó Han.

Con todo, los dirigentes comunistas reconocieron que China se enfrenta a diferentes "riesgos y desafíos" tanto a nivel internacional -en un escenario "extremadamente complejo"- como interno.

Entre los primeros citaron el unilateralismo, el proteccionismo y los "golpes contra la globalización".

A nivel doméstico, destacaron los "desequilibrios y la insuficiencias del desarrollo", y los problemas relacionados con "instituciones y mecanismos" que no funcionan a la perfección.

"Hay debilidades que hay que reforzar y necesitamos afrontar todos los desafíos poniendo el énfasis en la seguridad", aseguró Ning Jizhe, vicepresidente de la Comisión para la Reforma y el Desarrollo Nacional, el principal órgano de planificación económica del país.

Dijo que en el próximo quinquenio pondrán el foco en incrementar las rentas de los grupos de bajos ingresos y en expandir los de la clase media, al tiempo que mejorarán el acceso al mercado del capital extranjero.

UN DESARROLLO BAJO EN CARBONO

Ning eludió concretar si el Gobierno chino fijará un objetivo de crecimiento económico para los próximos cinco años, como ha venido haciendo hasta 2020 -cuando no se estableció una cifra debido a la incertidumbre provocada por la pandemia de la covid- y señaló que el "esquema" será sometido a la ANP en marzo.

El Comité puso especial atención en corregir en los próximos cinco años las "desigualdades del desarrollo" y el aumento de la brecha de ingresos tanto entre regiones del país como entre sus habitantes.

"La principal contradicción es el desequilibrio en el desarrollo. Estamos en un critico momento en que nos movemos de un país de ingreso medio a uno de ingreso alto con nuestro PIB superando los 100 billones de yuanes (14.90 billones de dólares, 12.72 billones de euros)", dijo Han.

Los portavoces del Comité Central destacaron que la covid-19 tuvo "un fuerte impacto" en el desarrollo económico del país, pero que han recuperado la economía y conseguido un crecimiento positivo, lo que les coloca en una "mejor posición de desarrollo".

El Comité Central defendió promover un desarrollo económico "bajo en carbono" y hacer un uso "más eficiente" de los recursos en sintonía con la promesa del presidente chino, Xi Jinping, en la ONU de alcanzar las emisiones cero de carbono en 2060, aunque no se anunciaron acciones concretas para ello.

Asimismo, los mandatarios comunistas resaltaron entre sus prioridades "reforzar el poder blando cultural chino" y la industria cultural, ya que "la modernización socialista sería imposible sin desarrollar una pujante cultura socialista", según Wang Xiaohui, viceministro de Publicidad.