El banco de inversión Merrill Lynch indicó que las tres medidas anunciadas por el Banco de México (Banxico) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) apuntan a fortalecer los fundamentos de la economía y a romper la correlación entre el peso y el riesgo en los mercados emergentes.
En un informe elaborado por el analista Carlos Capistrán, el banco ajustó su expectativa para la tasa de cambio del peso para finales de 2016, de 18.5 unidades por dólar a 18 unidades por dólar.
Asimismo, mantuvo su proyección de crecimiento para México en 2.25 por ciento para 2016, aunque aumentó los riesgos a la baja para esta estimación; y reiteró su pronóstico de inflación anual, de 3.2 por ciento, al tiempo que redujo los riesgos de incrementos.
Luego de que el peso sumara una devaluación de casi nueve por ciento en lo que va del año, las autoridades mexicanas anunciaron un recorte en el gasto público, un incremento en la tasa de interés de referencia y una intervención discrecional en el mercado de divisas.
Tras las medidas, el peso avanzó poco más de uno por ciento, con lo que acumuló una revaluación de 2.8 por ciento durante la última semana.
Merrill Lynch consideró que el recorte al gasto público, de 0.7 del Producto Interno Bruto (PIB), es menor al uno por ciento que había proyectado, pese a lo que la medida “reduce el riesgo crediticio y fortalece los fundamentales de México”. Añadió que el recorte “es un apoyo para el peso mexicano”.
El banco puntualizó además que el uso de intervenciones discrecionales en vez de subastas programadas “envía la señal correcta de que el banco central quiere romper con la referida correlación, pero que no defiende un nivel particular del peso”.
El informe sostuvo asimismo que el aumento de 25 puntos base en la tasa de interés de referencia de Banxico tiene el objetivo de aumentar el costo de usar el peso como un instrumento de cobertura para las inversiones en mercados emergentes.
Advirtió sin embargo que “el éxito de la medida está por verse en los días siguientes”, y precisó que el alza en la tasa de interés conlleva dos riesgos: confunde a los mercados, que la pueden tomar como un cambio de régimen y puede limitar el crecimiento económico.
“Banxico no sería capaz de continuar con los aumentos para defender la moneda sin enviar a la economía a una recesión, así que hay un límite natural para esa estrategia”, aclaró el informe.
Resaltó además que el costo para la economía del incremento en la tasa de interés puede provenir de una baja en las exportaciones derivadas de un peso más fuerte.
“En un ambiente de débiles exportaciones, un peso débil eventualmente ayuda al PIB a crecer mediante un aumento en las exportaciones netas. Pero al usar política monetaria para fortalecer la divisa este mecanismo es bloqueado, al menos parcialmente”, explicó el banco.
Por su parte, un informe del banco de inversión Morgan Stanley coincidió que las medidas estabilizarían el tipo de cambio del peso, aunque se mostró más escéptico respecto de su efectividad para apuntalar la moneda mexicana en el mediano plazo.
En un informe encabezado por el analista Luis Arcentales, el banco detalló que las medidas disminuirán la volatilidad en torno a la moneda mexicana, pero que “no cambiarán la dirección” en que se ha movido la divisa en los meses recientes.
