En un comunicado, Delta explicó que va a hacer una emisión de deuda y establecer una nueva línea de crédito, ambos respaldados por SkyMiles, su programa para viajeros frecuentes.
El movimiento es similar al que planean usar sus rivales United y American Airlines, que en los últimos meses también han anunciado que usarán sus programas de fidelidad para ello.
Las aerolíneas están necesitadas de liquidez, tras el desplome de su negocio causado por la pandemia y sin perspectivas de un nuevo paquete de ayudas públicas más allá de los alrededor de 25,000 millones dedicados en marzo para esta industria dentro del gran programa de estímulo estadounidense.
Delta disponía a finales de junio de unos 16,000 millones de dólares en efectivo y, según ha apuntado, está perdiendo unos 27 millones de dólares diarios como consecuencia de la baja demanda de vuelos.
En los seis primeros meses del año, la aerolínea con sede en Atlanta (EE.UU.) registró unas pérdidas netas de 6,251 millones de dólares, frente a las ganancias de 2,173 millones que obtuvo en el mismo periodo de 2019.
Solo entre abril y junio, Delta perdió más de 5,700 millones de dólares, después de que su actividad cayese en hasta un 95 % en los momentos más duros del coronavirus.
Pese a un repunte durante el verano, las cifras de transporte aéreo siguen muy lejos de los niveles previos a la pandemia y Delta ha dicho que en septiembre espera operar a una capacidad un 60 % por debajo de la de ese mismo mes en 2019.