Quince minutos después del inicio de las operaciones, los títulos de Didi se dejaban un 22.04 % en la Bolsa de Nueva York, donde comenzaron a cotizar el pasado miércoles en uno de los mayores estrenos bursátiles de los últimos años.
Entonces, sus títulos subieron con fuerza hasta dar a la compañía una valoración de mercado cercana a 80,000 millones de dólares, que ahora ve ya muy lejana tras las bajadas que ha encadenado.
El viernes, las acciones de Didi habían cerrado con una pérdida algo superior al 5 % tras darse a conocer la investigación abierta por las autoridades chinas, que durante los siguientes días -sin actividad en Wall Street por el puente del 4 de julio- ordenaron la retirada de su app de las tiendas de aplicaciones móviles.
Pekín anunció la investigación de ciberseguridad contra Didi por infringir las leyes nacionales al recabar ciertos datos de sus usuarios, tras lo que la empresa se comprometió a "rectificar cualquier problema, (...) proteger la privacidad de sus usuarios y la seguridad de los datos, y seguir ofreciendo servicios seguros y prácticos a sus usuarios".
La investigación a Didi se produce en un momento en el que la relación de las autoridades chinas con las grandes firmas digitales del país parece haberse agriado, especialmente con aquellas que cuentan con grandes subsidiarias dedicadas al sector tecnofinanciero ('fintech').
El conglomerado Alibaba recibió en abril la mayor sanción antimonopolio jamás impuesta por China, mientras que los reguladores suspendieron el pasado noviembre la salida a bolsa de su filial Ant, que se preveía la mayor de la historia.