Dinamarca apuesta por la economía verde para salir de la crisis

Dinamarca, el país que acaba de estrenar la presidencia rotatoria de la Unión Europea, apuesta por la economía verde como parte de la salida a la crisis, que debe estar basada en la inversión en sectores alternativos de alto valor añadido.

"Si creemos que podemos salir de la crisis con los medios habituales, estamos muy equivocados", afirmó hoy el ministro danés de Energía y Clima, Martin Lidegaard, en un debate con un grupo de periodistas europeos.

Según Lindegaard, "estamos en medio de una crisis: de recursos, económica y del clima", por lo que la apuesta por la economía verde permite combatir esos tres elementos de la crisis.

El ministro danés recordó que el precio de la energía, tras "un aumento drástico en los últimos años", seguirá subiendo en el futuro, "hagamos lo que hagamos".

"Como consumidores, podemos cerrar los ojos o invertir en nuevas tecnologías y nuevos sectores económicos que nos hagan menos vulnerables", insistió.

Para Niels Christiansen, presidente de la empresa danesa Danfoss, especializada en distintos tipos de tecnologías para el ahorro de energía, la economía verde "será uno de los grandes motores económicos del futuro, y Europa debe elegir entre subirse al carro o dejar el liderazgo a China y Estados Unidos".

Christiansen, quien recordó que hay muchas soluciones técnicas que ya están disponibles, insistió en que la economía verde debe "invertir de forma inteligente" para "promover el crecimiento y el empleo", pero urgió a que la UE potencie esta orientación ya.

"Si esperamos, Estados Unidos y China aprovecharán sus grandes mercados para promover sus empresas", advirtió.

La presidencia danesa también apuesta por ser la más austera en mucho tiempo, ya que su presupuesto total será de 35 millones de euros, frente a los 115 millones que invirtió Polonia en el segundo semestre de 2011.

"Queremos una presidencia eficaz a bajo costo", resumió el ministro danés de Asuntos Europeos, Nicolai Wammen.

Para lograrlo, las reuniones se limitarán al mínimo imprescindible y, además, en ellas se consumirá agua del grifo -en lugar de la embotellada-, se reducirán los obsequios a las delegaciones oficiales y habrá un uso intensivo del transporte en común, en vez de las habituales caravanas de vehículos.