El BCE a las puertas de una decisión histórica: ¿adiós a las tasas?

Para los consumidores una baja inflación es en realidad algo bueno: pueden comprar más con su dinero cuando los precios suben lentamente. Sin embargo, para el guardián del euro esto supone una amenaza para la recuperación económica. El jueves debería tomar medidas y volver a pisar terreno desconocido.

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El Banco Central Europeo (BCE) se encuentra a las puertas de un paso histórico. El jueves debería rebajar de nuevo los tipos de interés. Son malas noticias para los ahorradores, pero los consumidores podrían beneficiarse. Asimismo, se da casi por seguro que el organismo presidido por Mario Draghi pueda penalizar a los bancos por depositar su dinero en el BCE.

¿Por qué rebajará de nuevo el BCE los tipos de interés?

Draghi lleva meses alertando de los peligros de la baja inflación para la coyuntura económica en la eurozona. No obstante, de momento no ve una deflación, es decir, una espiral de precios bajos en todos los ámbitos. En el caso de una deflación, los consumidores no compran a la espera de que los precios de las mercancías bajen aún más y las empresas dejan de invertir. Esto lastra la coyuntura económica.

Aunque no haya riesgo de deflación, Draghi alerta: los peligros aumentan cuanto más tiempo permanezca la inflación en niveles bajos. Una rebaja de los tipos de interés podría reducir este riesgo, ya que se darían créditos a bajo interés y esto estimularía las inversiones y la economía.

Los tipos de interés son ya extremadamente bajos. ¿Se ha esfumado el efecto?

Hasta ahora tenían la esperanza de que la inflación regresara hacia el camino de la estabilidad de precios marcado en una inflación cercana, pero por debajo del dos por ciento. En mayo la tasa de inflación en la eurozona cayó hasta el 0,5 por ciento. Incluso en Alemania, donde existe un motor de la coyuntura económica y los salarios suben, la inflación bajó en mayo hasta el 0,6 por ciento.

¿Por qué es tan baja la inflación a pesar de los tipos de interés mínimos?

Esto se debe, sobre todo, a los bajos precios de la energía y de los alimentos en todo el mundo. Este efecto se ha potenciado aún más debido a la fortaleza del euro. También parte de esta baja inflación se debe a que los países en crisis de la eurozona se han visto obligados a bajar los precios para mejorar su competitividad.

¿Qué significaría esta bajada de tasas para los ahorradores?

Las tasas bajas llegan relativamente rápido a los clientes. Los ahorradores tendrán que ver no sólo cómo sus cuentas de ahorro apenas reportan beneficio debido a las mínimas tasas de interés, sino que al descontar la inflación pierden dinero. Por ello, en Alemania, un país tradicionalmente con una de las tasas de ahorro más elevadas de la Unión Europea (UE), existen muchas críticas a la política de dinero barato.

¿Supone también beneficios para los consumidores?

Las empresas se benefician también de créditos a bajo interés. Asimismo, el dinero barato es bueno para todos los endeudaos. Los consumidores pueden financiarse una lavadora, un automóvil o una casa igual de barato que las empresas sus inversiones o los Estados sus deudas. Esto ayuda también de manera indirecta a los contribuyentes. Y, el dinero barato de los bancos centrales ha empujado a las Bolsas de todo el mundo a cotizaciones récord. Como accionistas, los consumidores también han ganado con ello.

¿Cuál es el objetivo de las tasas de depósito de los bancos?

Normalmente, los bancos reciben intereses por el dinero depositado en el BCE. En la crisis, el guardián del euro bajó esta tasas hasta el cero. Si decide rebajarla más supondrá de facto una penalización sobre los bancos. El objetivo es debilitar el euro para conseguir una subida de la inflación. Los bancos deberían hacer circular su exceso de liquidez en lugar de depositarla. Esta medida es controvertida. Algunos economistas apuntan que los bancos podrían hacer llegar a sus clientes esta penalización ofreciendo, por ejemplo, créditos más caros.

¿Qué podría hacer aún el BCE?

El BCE podría acordar de nuevo un programa de créditos a largo plazo para los bancos para mejorar la concesión de créditos, sobre todo, en el sur de Europa. Se podría poner, por primera vez, como condición que el dinero vaya para las empresas de mediano tamaño y no acaben de nuevo en bonos de deuda estatales. También sería teoréticamente posible que el BCE compre deuda estatal en el mercado secundario. (DPA)