Unido a ello, se espera que al final de esta reunión el instituto emisor nipón haga una revisión de las perspectivas macroeconómicas de Japón y revise los cálculos que dio a conocer hace tres meses.
En la anterior revisión, el 15 de julio pasado, el BoJ indicó que esperaba que, debido al impacto de la pandemia de coronavirus, la economía nipona se contrajera en un 4.7 % en el año fiscal de 2020 (desde el 1 abril de 2020 hasta el 31 de marzo de 2021).
Asimismo, calculó que el índice de precios al consumo (IPC) tendrá una variación negativa del 0.5 %, lejos de la inflación del 2 % que tiene como objetivo el BoJ.
Aparte de estas previsiones económicas, el banco central nipón anunciará nuevas medidas sobre política monetaria, aunque no se esperan modificaciones sobre la estrategia de flexibilización que puso en marcha en 2013.
Esa estrategia implica un tipo de interés de referencia en el -0.1 % y un rendimiento del 0 % del bono estatal a largo plazo.