El G20 expresa inquietud por la desaceleración del crecimiento en emergentes

Los líderes del G20 expresaron su inquietud ante la ralentización del crecimiento económico en varios países emergentes con mercados en formación, según resalta la Declaración de San Petersburgo aprobada hoy como conclusión de la cumbre que se ha celebrado en esta ciudad rusa.

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Imagen general durante el segundo día de la cumbre del G20 que acoge la ciudad de San Petersburgo (Rusia).

El documento final de la cumbre que acogió a los mandatarios del G20 en la antigua capital imperial de Rusia destaca el crecimiento económico y la creación de empleo como la prioridad primordial para el grupo que reúne a las economías más desarrolladas y pujantes bajo el mismo paraguas.

"Nos comprometemos a emprender decididas acciones para recuperar la vía de un crecimiento seguro, sólido y equilibrado, productivo desde el punto de vista de la creación de puestos de trabajo", señala la declaración.

Los países de la Unión Europea que comparten el euro como moneda única se comprometieron mediante este acuerdo a reforzar las bases de su unión monetaria y económica.

La Declaración de San Petersburgo destaca en este sentido que la unión bancaria de los Veintiocho reforzará su unión monetaria y económica.

Por otra parte, los líderes del foro internacional acordaron apoyar el sistema multilateral para intercambiar información fiscal a fin de evitar que las grandes empresas evadan impuestos, que presentará en febrero de 2014 la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Los jefes de Estado y gobierno del G20 acordaron asimismo no adoptar medidas que puedan poner en peligro la recuperación de la economía global.

"Es nuestra prioridad urgente (...) la generación de ritmos de crecimiento y creación de puestos de trabajo de mejor calidad (...), al igual que el rechazo de medidas que puedan provocar parones del proceso de recuperación o garantizar el crecimiento de unos países en detrimento de otros", señala el documento.

En este contexto, el G20 ha llegado al consenso de prorrogar hasta 2016 el rechazo al proteccionismo en el comercio mundial, reza la Declaración de San Petersburgo.

Los líderes de los países que aglutinan el 80 por ciento del PIB del planeta observan que la volatilidad de los flujos de capitales es uno de los principales retos a los que se enfrenta en la actualidad la economía mundial.

En este contexto, los mandatarios del G20 subrayaron que la volatilidad de los flujos de capitales tiene que ver parcialmente con los cambios en la política monetaria de los países desarrollados, una preocupación expresada a lo largo de toda la cumbre por los emergentes.

Los mandatarios reincidieron en su compromiso de no competir en el mercado monetario mediante devaluaciones de sus monedas nacionales y formalizaron mediante el documento final de la cumbre su intención de avanzar hacia un mercado de divisas regulados por el mercado y no por los bancos centrales.

Al mismo tiempo, el G20 volvió a expresar de manera oficial el compromiso para concluir en 2014 la reforma de las cuotas que pagan los distintos países miembros del Fondo Monetario Internacional (FMI) de forma que éstas den más peso a los emergentes al reflejar su participación real en la economía mundial.

Los participantes en la cumbre también se pronunciaron en defensa del derecho de voto y representación de los países miembros del FMI más pobres.

La reforma del FMI, aprobada en 2009 y que prevé el traslado del 6 por ciento de las cuotas y votos a los países emergentes, no se ha llevado a cabo hasta ahora al no ratificarse por algunos miembros del organismo internacional, entre ellos Estados Unidos.