La Casa Blanca anticipó en un comunicado que el compromiso será para "intensificar el desarrollo responsable, sostenible y transparente de la cadena de suministros de minerales cruciales y establecer una estrategia que tome en cuenta el procesado, refinado y reciclado".
EE.UU. considera como minerales cruciales desde el aluminio, empleado en varios sectores económicos, hasta el bismuto, utilizado en investigación médica y atómica, o el terbio, que se usa en fibra óptica y para láseres.
La nota explica que durante sus conversaciones los líderes del G7, reunidos desde el domingo en Elmau (Alemania), compartieron sus visiones sobre las mejores prácticas para minimizar "las vulnerabilidades" y los atascos logísticos en las cadenas de suministros.
La declaración final de la cumbre también incluirá el compromiso del G7 de adoptar un "enfoque unificado" para confrontar "las prácticas económicas injustas por parte de China".
En ese sentido, la Casa Blanca resaltó que el grupo utilizará "un lenguaje colectivo sin precedentes reconociendo los daños causados por las directrices industriales no transparentes y que distorsionan el mercado de la República Popular China".
"Se comprometerán a trabajar juntos para desarrollar un enfoque coordinado para remediar las políticas y practicas no comerciales de PRC (siglas en inglés de República Popular China) para garantizar la igualdad de condiciones para las empresas y los trabajadores", agrega el comunicado del Gobierno de Washington.
El G7 también subrayará su compromiso de mejorar el marco multilateral para la reestructuración de la deuda.
En ese sentido, instará a "todos los acreedores relevantes, incluidos los países que no son del Club de París, como China, y a acreedores privados a contribuir de forma constructiva a los tratamientos de la deuda necesarios, como se requiera", indicó la Casa Blanca.
El G7 reafirmará, además, su compromiso de promover la transparencia entre los deudores y acreedores para mejorar la sostenibilidad de la deuda.
En la declaración final mencionarán, por otro lado, la lucha contra los trabajos forzados y reiterarán el apoyo a los derechos humanos.
En concreto, según Washington, el G7 condenará los abusos de derechos humanos en el mundo, lo que incluirá los cometidos por Rusia en Ucrania; los de China en Xinjiang y el Tibet; el golpe de estado en Birmania; y la supresión de la libertad en Irán.
Asimismo, el G7 quiere que se acelere la lucha contra los trabajos forzados en la cadena de suministros, lo que, de acuerdo con la Casa Blanca, incluye los que están promovidos por Estados, como en Xinjiang.
En paralelo, el G7 va a comprometerse a intensificar la cooperación en el ciberespacio y a desplegar "criptografía cuántica resistente" con el objetivo de garantizar la seguridad cibernética y fomentar el crecimiento de la economía digital.
Asimismo, quiere progresar en lo que se refiere a estándares en tecnología, comercio e innovación que representen los valores compartidos del G7 frente a China. Para ello se valdrá del Consejo de Comercio y Tecnología entre EE.UU. y la Unión Europea.
La declaración final harán alusión además a la importancia de la "resiliencia democrática" frente a "las amenazas autoritarias", lo que incluirá una condena a la invasión rusa de Ucrania como un ataque a la democracia y afirmará la importancia de una prensa independiente y de la sociedad civil.
En este punto "los miembros del G7 fortalecerán las acciones en respuesta a las amenazas extranjeras relacionadas con la corrupción y las finanzas ilegales, influencia extranjera maligna y represión transnacional", anticipó el Ejecutivo estadounidense.
Los dirigentes del G7, integrado por EE.UU., Alemania, el Reino Unido, Francia, Italia, Canadá y Japón, y la UE culminan este martes la cumbre que han celebrado en Elmau (Alemania), donde la guerra en Ucrania y la competencia de China han sido las protagonistas.