El IPC y los precios industriales de China continúan su moderación en enero

El índice de precios al consumidor (IPC) de China, el principal indicador de la inflación, aumentó un 0.9 % interanual en enero, mientras que el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, siguió moderando su avance hasta el 9.1 %.

Ambos indicadores, divulgados hoy por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), continúan dibujando una línea descendente y marcan unas cifras ligeramente inferiores a lo que pronosticaban los analistas, que en el caso del IPC calculaban una subida del 1 % y en el del IPP, del 9.5 %.

En diciembre los precios al consumidor habían crecido un 1.5 % interanual y los industriales, un 10.3 %, mientras que en el global de 2021 hicieron lo propio en un 0.9 % y un 8.1 %, respectivamente.

En la comparación intermensual entre diciembre y enero, el IPC registró un aumento del 0.4 %, lo que supone la recuperación de cierto brío tras el descenso del 0.3 % del último mes del año pasado. Por su parte, el IPP moderó su contracción desde el 1.2 % al 0.2 %.

LOS PRECIOS INDUSTRIALES SIGUEN MODERÁNDOSE

En el caso de los precios industriales, la institución destaca que los esfuerzos de Pekín para garantizar el suministro de materias clave como el carbón siguen dando sus frutos, lo que se traduciría en que, aunque el IPP continúe en cotas muy altas, siga bajando del pico del 13.5 % que marcó en octubre, inédito desde 1995.

El estadístico de la ONE Dong Lijuan pone el ejemplo de la industria de minado y lavado de carbón -materia con la que China genera el 60 % de su energía-, cuyos precios son un 51.3 % superiores en la comparación interanual, pero ese ritmo de subida fue 15.5 puntos inferior al registrado en diciembre.

Según Jing Liu, economista del banco HSBC, la evolución intermensual a la baja del IPP se explica por factores como la ralentización de la demanda nacional y “vientos de cara cada vez mayores” que derivan del frenazo del mercado inmobiliario y de los rebrotes de la covid-19 en el país, acompañados de duras medidas para rebajar al mínimo la propagación.

Además, es de esperar que, a medida que avance el año, el efecto de la elevada base comparativa de la segunda mitad de 2021 suponga una importante moderación del IPP a lo largo del presente ejercicio.

LOS ALIMENTOS FRENAN AL IPC

En el caso del IPC, la ONE indica que la ralentización de su ritmo de crecimiento interanual se debe principalmente al efecto de base comparativa sobre productos como los alimentos, cuyos precios cayeron un 3.8 %.

Siguiendo la tendencia de los últimos meses, la carne de cerdo, la favorita de los consumidores chinos, se abarató un 41.6 % con respecto al mismo mes del año pasado, debido a la recuperación de la piara nacional tras la epidemia de peste porcina africana que acabó con la vida de decenas de millones de gorrinos desde mediados de 2018.

De hecho, en la comparación intermensual, la carne porcina también experimentó el descenso más destacado (-2.5 %) debido a que las autoridades tomaron medidas para garantizar el suministro de cara a la época festiva del Año Nuevo lunar, resalta Sheana Yue, analista de la consultora Capital Economics.

En la otra cara de la moneda figuraron los bienes no alimentarios, que se encarecieron un 2 % interanual, liderados por el combustible para transporte (+20.2 %) en el marco de la subida de los precios internacionales del crudo.

RIESGOS EN DEMANDA, CONSTRUCCIÓN O GEOPOLÍTICA

De cara al futuro, Yue pronostica una ralentización todavía más profunda para el IPP, no solo por el citado efecto de base, que ya sería suficiente para contrarrestar la subida de las materias primas de las últimas semanas, sino por la menor actividad en la construcción inmobiliaria, que supondrá “riesgos” para los precios de la energía o los metales industriales.

Liu no comparte esa opinión al incluir las “tensiones geopolíticas” dentro de su análisis, que contempla la posibilidad de que los precios industriales sigan recibiendo “presiones alcistas”.

En el caso de los precios al consumidor, ambas expertas destacan que la inflación subyacente -la que excluye precios alimentarios o energéticos, más volátiles- sigue “apagada”, y prevén que el IPC se mantenga por debajo del 3 % o incluso del 2 % a lo largo del año ante la escasa recuperación de la demanda y la ralentización general de la economía.

Es de esperar que las autoridades chinas hagan públicos sus objetivos de inflación para 2022 en la próxima cumbre de la Asamblea Nacional Popular (ANP, Legislativo), que se celebrará a principios de marzo.