El grupo naval, fabricante de varios de los mayores buques graneleros del mundo para la minera brasileña Vale, suspendió ayer su cotización en la Bolsa de Hong Kong tras caer sus acciones un día antes el máximo diario de un 10 por ciento.
Entretanto, en sus instalaciones de Nantong, a orillas del río Yangtsé, está sufriendo desde principios de esta semana las protestas de numerosos trabajadores por los despidos masivos y los impagos de salarios en los que ha incurrido por el frenazo que ha dado el sector en los últimos tiempos.
En un comunicado, Rongsheng admitió los despidos, cuyo número no precisó, aunque el diario neoyorquino Wall Street Journal cifró en 8,000, según publicó la prensa china.
El grupo explicó que estos son el resultado de una reestructuración de la empresa para fabricar barcos más especializados en un futuro, al servicio de las petroleras marítimas, ante la actual caída de los pedidos por el mal momento que atraviesa el sector naval.
La naviera china perdió 572.6 millones de yuanes en 2012 (72.4 millones de euros, 93.4 millones de dólares), a pesar de recibir el apoyo del gobierno mediante subsidios por valor de 1,270 millones de yuanes (160.6 millones de euros, 207.2 millones de dólares).
La compañía reconoció que ha pedido a Pekín y a sus principales accionistas una ayuda financiera suplementaria, después de llevar a cabo los despidos y de verse obligada a retrasar los pagos a sus suministradores de materias primas y componentes, publica hoy el diario South China Morning Post.
Según declaró en un documento presentado ante la Bolsa de Hong Kong, Rongsheng prevé nuevos números rojos interanuales en el primer semestre de este año, aunque no detalla una cifra.
La compañía está en conversaciones con bancos e instituciones financieras para renovar sus actuales líneas de crédito, mientras uno de sus accionistas, Zhang Zhirong, le prestó hace dos días 200 millones de yuanes sin intereses (25.2 millones de euros, 32.6 millones de dólares), añade.