Esto queda ligeramente por debajo de los pronósticos más extendidos entre los analistas, que adelantaban un repunte del 1 % con respecto al segundo trimestre.
En términos interanuales, la segunda economía mundial avanzó un 4.6 % en el tercer trimestre, superando en este caso las perspectivas de los expertos, los cuales esperaban una subida del 4.5 %.
En el segundo trimestre, el PIB del gigante asiático había crecido a un ritmo intertrimestral del 0.7 %, y un 4.7 % en comparación con el mismo período del año anterior.
Y en el primer trimestre, el indicador había repuntado un 1.6 % en comparación con el último cuarto de 2023 y un 5.3 % en términos interanuales.
En el acumulado de los tres primeros cuartos de 2024, la economía china alcanzó unos 94.97 billones de yuanes (12.31 billones de euros), según las estimaciones preliminares divulgadas hoy por la ONE.
Por sectores, el primario creció un 3.4 % interanual entre enero y septiembre; el secundario, un 5.4 %, y el terciario, un 4.7 %.
La institución estadística habló de "una tendencia estable de crecimiento" con "factores positivos acumulándose para promover la recuperación económica", incluso pese a un "entorno exterior complicado y grave" y a "nuevas situaciones y nuevos problemas en el desarrollo económico nacional".
"La economía nacional se mantuvo generalmente estable, con progresos sostenidos en los primeros tres trimestres, y los efectos de las políticas se manifiestan en forma de indicadores clave mostrando cambios positivos recientemente. No obstante, (...) los cimientos para una recuperación económica sólida y para el crecimiento todavía deben ser reforzados", apunta el documento.
Los datos llegan bajo una coyuntura poco halagüeña, con lo que las autoridades chinas tomaron la iniciativa hace unas semanas anunciando una serie de medidas de estímulo con el objetivo de impulsar el consumo, frenar la crisis inmobiliaria y prestar apoyo a los mercados de valores del país.
La baja demanda nacional e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, una crisis inmobiliaria que no ha tocado fondo o una falta de confianza en el seno de los consumidores y el sector privado son algunas de las causas que esgrimen los analistas para explicar lo que ocurre en la segunda mayor economía mundial.
La economía china creció un 5,2 % en el conjunto de 2023 y las autoridades del país asiático fijaron de nuevo el objetivo de crecimiento para el presente año "en torno a un 5 %".
Dada la situación, el presidente chino, Xi Jinping, ha llegado a pedir a los funcionarios del Partido Comunista (PCCh, gobernante) que hagan "todo lo posible" para completar "un buen trabajo económico en el cuarto trimestre del año" para "alcanzar los objetivos" de 2024.
Zichun Huang, analista de Capital Economics, apunta que la economía "volvió a coger algo de inercia" entre julio y septiembre, tras la ralentización del periodo previo, y considera que el impulso derivado de los estímulos fiscales ayudará a lograr el objetivo de crecimiento y a apuntalar la actividad en los próximos trimestres, "aunque eso no impedirá que el crecimiento frene de nuevo hacia finales del año que viene".
"La recuperación (económica) sigue teniendo cimientos tambaleantes", indica la experta, que apunta que "mucho dependerá de la aplicación de los estímulos fiscales".
"Si bien el Ministerio de Finanzas no ofreció una cifra específica sobre el tamaño del paquete de estímulo fiscal (...), sí se comprometió a utilizar los fondos existentes para impulsar el gasto fiscal en el cuarto trimestre y dejó entrever una expansión del déficit presupuestario el año que viene", explica Huang.