Espionaje en Pemex destapa corrupción y desvío de dinero, según artículos

La maquinaria de corrupción dentro de la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) trascendió varias administraciones federales y queda patente en nuevas investigaciones periodísticas que revelarían desvíos de dinero y el espionaje de directivos a través de una firma israelí.

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"Son redes que operaron de manera transexenal", explicó este lunes a Efe la periodista mexicana Ana Lilia Pérez, quien durante 20 años ha investigado y estudiado a profundidad a la estatal mexicana y destapó parte de estas nuevas revelaciones.

Según varias investigaciones periodísticas, en 2017, la compañía israelí de investigación Black Cube grabó en secreto -a petición de una empresa privada- declaraciones de altos funcionarios de Pemex, quienes detallaron las prácticas de corrupción y soborno dentro de la petrolera durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018).

"En el caso de los directores generales de Pemex, con Peña Nieto no completaron su encargo, pero en el caso de los personajes que se identifican en estas grabaciones tenían muchos años en la empresa y tenían a su cargo el diseño de contratos", expuso la periodista.

Dijo que esos directivos "operaban" todo el proceso mediante el cual se asignaban los contrataciones.

Durante la administración de Peña Nieto hubo tres personas a la cabeza de Pemex: Emilio Lozoya Austin (2012-2016), ahora prófugo, José Antonio González Anaya (2016-2017) y Carlos Alberto Treviño Medina (2017-2018).

La especialista señaló que debe haber "una investigación más profunda" ya que las autoridades mexicanas deben investigar "el alcance que tuvieron esas mecánicas de corrupción" porque es un tema estructural que tienen que ver con procesos mediante los cuales se "sacaba el dinero de Pemex".

Además de que tienen que poner más atención en el caso de espionaje porque evidencia cómo "una agencia (extranjera) espió a funcionarios del Gobierno mexicano".

Pérez, una experta con varios libros sobre la corrupción al interior de Pemex, recordó que el 2 de octubre, en el portal de noticias Aristegui Noticias, fue ella quien publicó la contratación de la agencia de espionaje por parte la empresa mexicana Oro Negro.

Posteriormente, el periódico estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) obtuvo las citadas grabaciones las que publicó en un reportaje el pasado viernes.

Las grabaciones, según el WSJ, forman parte de la evidencia de una demanda que precisamente interpuso Oro Negro en 2018 contra el gobierno mexicano en la cual la acusa de provocar su quiebra ya que -según esta empresa contratista de Pemex y especializada en la gestión de plataformas petroleras- se negó a participar en el esquema de corrupción, y por ello busca una reparación de 700 millones de dólares.

En el ejercicio periodístico, el WSJ relató que durante una cena en un restaurante en la Ciudad de México, en octubre de 2017, dos agentes de Black Cube se reunieron con José Carlos Pacheco, en aquel tiempo vicepresidente de perforación y servicios de Pemex.

En las grabaciones obtenidas por el WSJ, Pacheco explicó a los agentes, quienes se hicieron pasar por intermediarios de un inversionista de Emiratos Árabes Unidos, que muchos funcionarios de Pemex aceptaban pagos a través de familiares.

"Hay subdirectores, por ejemplo, que ponen a un hijo como el responsable de aceptar dinero", dijo Pacheco. "Sucede muchas veces y todo el mundo lo sabe", expuso en las cintas.

El WSJ señaló que en la investigación sobre la corrupción en Pemex participaban el Departamento de Justicia de Estados Unidos, el Buró Federal de Investigaciones (FBI) en Houston, la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York y la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos

Este lunes, el periodista mexicano Carlos Loret de Mola publicó en el periódico El Universal un reportaje sobre una de las grabaciones en las que se revelaron cantidades de dinero que presuntamente habría recaudado un exfuncionario de Pemex, Carlos Morales Gil, para apoyar la campaña presidencial de Peña Nieto.

Serían más de 2,000 millones de pesos, unos 103 millones de dólares.