Fitch: bancos Asia-Pacífico, resistentes a riesgos que quebraron bancos EEUU

La agencia de calificación de riesgos Fitch aseguró que los bancos de la región de Asia-Pacífico son generalmente "resistentes" al tipo de debilidades que llevó al colapso de los bancos estadounidenses Silicon Valley Bank (SVB) y Signature Bank.

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Vista exterior de las oficinas de Fitch Ratings en Nueva York (EE.UU). EFE/ANDREW GOMBERT

Fitch aseguró que ya tiene en cuenta este tipo de riesgos a la hora de evaluar los riesgos de los bancos en la región, "pero habitualmente se compensan con factores estructurales como la regulación o nuestras expectativas de que las autoridades ofrecerían apoyo en forma de liquidez si fuera necesario".

La agencia también aseguró que la exposición directa de los bancos que califica en Asia-Pacífico a las dos citadas entidades "parece limitada", poniendo el ejemplo de la empresa conjunta en China de SVB y Shanghai Pudong Development Bank, que solo representaba un 0,25 % de los activos totales de este último a mediados de 2022.

Pocos de estos bancos tienen un perfil de depositantes tan concentrado como el de SVB -especializado en 'startups' tecnológicas-, algo que hizo que la entidad californiana fuese "particularmente vulnerable" a una situación de pánico bancario.

Concretamente, Fitch apunta al sector bancario de Mongolia debido a la preponderancia del sector de los recursos naturales locales, pero matiza que ya tenía esto en cuenta a la hora de ofrecerle una calificación más baja ('b', nota que evidencia riesgos de fallo pero con un "margen limitado" de seguridad).

En lo respectivo a los riesgos de valoración de las carteras de valores, la calificadora aseguró que los ve "generalmente controlables" aunque indicó que las exposiciones suelen ser mayores en India y Japón.

Asimismo, el análisis de Fitch también destacó que los reguladores de la región "ponen énfasis en una gestión fuerte de los riesgos relativos a los tipos de interés" y que muchos de los mercados más desarrollados cumplen con las reglas de liquidez mínima de los Acuerdos de Basilea, "a las que los bancos estadounidenses más pequeños no estaban sujetas".