En estos momentos, alrededor de 25,000 trabajadores de General Motors (GM), Ford y Stellantis están en huelga en Estados Unidos y 43 centros de trabajo de las tres grandes compañías estadounidenses del automóvil están paralizados.
"Es una irresponsabilidad escalar estas huelgas y dañar a miles de familias", declaró el director ejecutivo de Ford, Jim Farley, durante una teleconferencia con analistas y medios de comunicación.
Farley dijo que el principal escollo de las negociaciones es la demanda de UAW de incorporar en el sindicato a los trabajadores de las plantas de baterías que se están construyendo en el país.
El directivo señaló que no tiene sentido incluir ese tema en las negociaciones para la firma de un nuevo convenio colectivo porque esas plantas entrarán en funcionamiento en los próximos años.
Y acusó al sindicato de no decir la verdad a sus afiliados al afirmar que se perderán puestos de trabajo a consecuencia de la entrada en funcionamiento de las nuevas plantas de baterías. "Nadie va a perder su empleo", declaró enfático.
Farley también sugirió que UAW no está negociando de buena fe y que la intención del sindicato con su inusual estrategia de huelgas progresivas y simultáneas en General Motors, Ford y Stellantis es causar "un caos industrial".
"Creo que podríamos haber llegado a un compromiso sobre salarios y prestaciones pero de momento UAW está tomando como rehén el acuerdo al centrarse solo en las plantas de baterías", dijo Farley, que terminó señalando que tiene la impresión que las acciones del sindicato son "premeditadas".