Toyota aceptó hoy una subida de hasta 28.440 yenes mensuales (192 dólares), que irá escalonada dependiendo del tipo de trabajo y del rango, y que supone su mayor aumento salarial desde hace 25 años, según detalló el diario local Nikkei.
Esta subida buscaría abordar la escasez de mano de obra en la industria manufacturera y hacerla más atractiva para los jóvenes que se incorporan al mercado laboral.
Nippon Steel, por su parte, prometió una mejora salarial de 35,000 yenes, por encima de lo que pedía el sindicato, que eran 30,000 yenes, además de un incremento en los sueldos base para recién graduados universitarios. La tasa de aumento salarial de esta empresa, incluidos los aumentos salariales regulares, será del 14.2 %.
Otras empresas del sector siderúrgico y automovilístico, como Kobe Steel o Nissan, también habrían aceptado las demandas de los sindicatos, que se espera que concluyan con acuerdos para subidas generalizadas de entre el 3 y el 4 % en las grandes empresas del país.
Nissan accedió a un aumento salarial por valor de 18,000 yenes, su máximo desde 2005, mientras que Mitsubishi Electric aceptó una subida de 13,000 yenes, el nivel más alto desde 1998.
La Confederación de Sindicatos de Japón, conocida como Rengo, ha reclamado el mayor incremento salarial en 30 años, con un 5.85 %, por encima del solicitado en 1994, que era del 5.4 %, mientras que se espera que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, se reúna con estos grupos esta tarde.
Japón viene sufriendo una inflación persistente que se sitúa desde hace meses por encima del objetivo del 2 % de su banco central (BoJ), mientras que los salarios llevan estancados en el país desde hace décadas, lo que ha llevado a sus trabajadores a perder poder adquisitivo y al Banco de Japón (BoJ) a mostrarse reticente a abandonar su ultraflexibilización monetaria.
El BoJ espera que se materialicen estas subidas salariales de forma generalizada para alcanzar su meta inflacionaria con sostenibilidad y permanece pendiente de las negociaciones para tomar una decisión sobre el rumbo de su política monetaria. EFE