Grynspan: "la Unctad puede ser más importante que nunca para la recuperación"

La recién nombrada secretaria general de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), Rebeca Grynspan, asegura que el organismo que empezará a dirigir en otoño puede ser "más importante que nunca" en su función de ayudar a los países en desarrollo y lograr que tengan una rápida recuperación postpandemia.

En una entrevista con EFE, la primera que la costarricense concede después de su nombramiento, la aún secretaria general Iberoamericana explica que "el desarrollo, el comercio y la inversión" serán "elementos fundamentales" para apoyar a los países en desarrollo y evitar más "impactos asimétricos" de las consecuencias de la pandemia en los Estados.

"Vemos asimetrías entre los países, no en el impacto sanitario, porque los países desarrollados también lo han sufrido, pero saldrán mucho antes porque tienen un espacio fiscal, los países en desarrollo necesitarán mecanismos innovadores del multilateralismo y por supuesto el acceso a las vacunas", señala.

VISIBILIZAR UN ORGANISMO POCO CONOCIDO

Grynspan está convencida de que la Unctad tiene unos proyectos "de calidad" a los que quiere dar "visibilidad" y elevar su imagen pública a la de otras agencias de Naciones Unidas más populares como UNICEF o ACNUR.

"Lo más importante es poder poner a la Unctad en la familia de la ONU de manera más fuerte y robusta, porque lo que hace lo merece. Conociendo la ONU, habiendo estado mucho tiempo trabajando en ella y contando con la confianza de su secretario general, António Guterres, podremos hacerlo porque hay una base de calidad con la que trabajar", asegura.

Sobre el sistema de Naciones Unidas reconoce que "hay muchas debilidades a subsanar", y que negarlo "sería como tapar el sol con un dedo", pero insiste en que es un "sistema a fortalecer, no a debilitar".

"El mundo necesita reglas donde decidamos colectivamente cómo enfrentamos los desafíos. Entiendo la necesidad de países como el mío para tener un multilateralismo más efectivo y espero contribuir a eso, soy una convencida, queremos un mundo más multilateral y solidario, con un marco internacional que cierre las asimetrías", añade.

UNA LATINOAMERICANA AL FRENTE DEL ORGANISMO

La costarricense será la quinta latinoamericana en dirigir esta agencia de Naciones Unidas por la que siente "una gran responsabilidad" y considera "muy importante" que la "voz de América Latina y el Caribe" esté más presente con su llegada.

Grynspan agradece a todos los países que apoyaron su candidatura, así como a Costa Rica que la respaldó "durante todo el proceso".

"Quisiera que América Latina pueda tener una impronta en la Unctad, necesitamos diálogo entre África, Asia y América Latina, es un gran momento para unirnos y podemos liderar ese camino", asume.

Su llegada será "frenética" puesto que nada más arribar afrontará la asamblea cuatrienal del organismo, una especie de cumbre, con menos tiempo del que le habría gustado.

"Pero confío en las capacidades de los países, que son todos los de la ONU, y la propia organización. Esto es un trabajo que se ha venido haciendo durante mucho tiempo, trataré de dar mi aporte, pero respetando lo que se ha venido haciendo", afirma.

DE NUEVO, LA PRIMERA MUJER

Una vez más, Rebeca Grynspan será la primera mujer en ostentar un cargo público. En la Unctad sucederá al keniata Mukhisa Kituyi y espera seguir abriendo camino para las que vengan detrás.

"Nos toca aún ser las primeras, pero espero que sean muchas las que vengan y puedan ejercer estos puestos de envergadura en Naciones Unidas", dice.

Fue también la primera Secretaria General Iberoamericana y se movió en una política muy masculinizada y unas Cumbres donde apenas se encontró con unas cuantas jefas de Estado.

"Cuando llegué a la Secretaría venía de la ONU donde ser políticamente correcto es un tema muy importante, siempre hay un comportamiento que trata de ser más equitativo, y de repente caer en ámbitos que eran muy masculinos fue un reto que no había pensado que iba a suceder", recuerda.

Aún así, siete años después, se va "sintiendo un gran respeto" por aquellos mandatarios, ministros y otros políticos y representantes con quien le tocó trabajar y asegura que la ausencia de mujeres en las Cumbres Iberoamericanas no significara que la agenda de género no estuviera presente.

"En la Cumbre pasada de Andorra yo era la única mujer, pero el tema del género y la violencia contras la mujeres fue muy importante y muy central. Hemos recorrido un camino y nos hemos ganado el respeto", explica.