Este reto será más apremiante en momentos en que la economía de la región entrará este año a una senda de recuperación, creciendo a una tasa de 1.2 por ciento del PIB después de la recesión de 2016, cuando éste se contrajo en -1.3 por ciento, y repuntando a 2.3 por ciento en 2018.
En un nuevo informe titulado “Entre la espada y la pared: La encrucijada de la política monetaria en América Latina y el Caribe”, el banco dijo que ante un panorama global de crecimiento neutral, "los gestores de las políticas tendrán un hilo delgado a fin de aumentar el crecimiento y garantizar protección a los más vulnerables”.
Carlos Végh, el economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, dijo que con una menor dependencia de motores externos, incluyendo los precios de las materias básicas, la región tendrá que depender de sus propias fuentes de crecimiento.
En este sentido consideró que las reformas en los mercados de trabajo y en la educación, así como mayores inversiones en infraestructura serán claves, “además de cómo abordar la situación fiscal”.
Al respecto, el reporte expuso que la débil posición fiscal que enfrentan la mayoría de los países de la región presentará obstáculos en las políticas para responder a estas condiciones.
“La situación fiscal de la región en general es precaria y eso va a requerir un ajuste fiscal en muchos de los países de la región, pero hay un espacio fiscal sumamente limitado, lo cual implica que no habrá campo de maniobra para ningún tipo de política contracíclica”, dijo Végh.
Explicó que en términos de política monetaria, los países de la región podrán recurrir a medidas como el alza de tasas de interés para defender sus monedas y mantener la inflación bajo control, esto requiere un manejo hábil porque ello puede también debilitar la economía.
Uno de los aspectos favorables para la región serán los factores externos que han estado asociados al crecimiento, como el precio de las manufacturas en China y Estados Unidos que se mantendrán estables y en algunos casos podrían registrar aumentos leves.
El Banco indicó que la recuperación de la economía de la región estará liderada por Argentina, que crecerá a tasas de 2.8 y 3 por ciento este y el próximo año de manera respectiva.
Brasil será el otro motor del mejor desempeño para la región este año, con expansiones de 0.7 por ciento en 2017 y de 2.3 por ciento el próximo año, en tanto que México crecerá a una tasa sostenida de 2.2 por ciento en ambos años.
De acuerdo con el Banco Mundial, otros países de Sudamérica que experimentarán crecimientos favorables serán Perú, con tasas de 2.7 y 3.8 por ciento para este y el próximo año, y Chile, que de un modesto 1.4 por ciento en 2017, pasará a un 2.9 por ciento en 2018.
