La cifra para el período, que se prolongó entre el 1 de abril de 2021 y el pasado 31 de marzo, es un 22.3 % inferior a la registrada en el ejercicio previo, según los datos del Ministerio de Finanzas.
La balanza comercial japonesa tuvo un déficit de 1.65 billones de yenes (12,120 millones de euros), lo que contrasta con el superávit de 3.78 billones de yenes (27,740 millones de euros) que anotó en el ejercicio fiscal de 2020.
Las exportaciones aumentaron el pasado ejercicio un 25.1 % interanual, hasta 85.49 billones de yenes (unos 628,030 millones de euros), y las importaciones se incrementaron aún más, un 35 %, hasta 87.15 billones de yenes (639,870 millones de euros).
La balanza de servicios registró un saldo negativo de 4.8 billones de yenes (35,210 millones de euros), un 35.5 % más.
La cuenta de rentas registró en esos doce meses un superávit por valor de 21.6 billones de yenes (158,490 millones de euros), un 14.7 % interanual más; y la de transferencias arrojó un déficit de 2.5 billones de yenes (18,330 millones de euros), una reducción del 10.6 % con respecto al ejercicio previo.
El Ministerio nipón de Finanzas también publicó hoy los datos de la balanza de pagos correspondiente al pasado mes de marzo.
En el tercer mes de 2022 Japón registró un superávit por cuenta corriente de 2.55 billones de yenes (18,710 millones de euros), encadenando su segundo mes consecutivo de saldo positivo y que marcó un incremento del 2.8 % con respecto a marzo de 2021.
En lo que se refiere a la balanza comercial, registró en ese mes un déficit de 166,100 millones de yenes (1,220 millones de euros), en comparación con el superávit de 994,200 millones de yenes (7,290 millones de euros) de un año antes.
Las exportaciones japonesas aumentaron en marzo un 15.7 %, hasta 8.46 billones de yenes (62,040 millones de euros). Las importaciones se dispararon un 36.6 % interanual, hasta 8.62 billones de yenes (63,260 millones de euros).
El déficit de la balanza de servicios se quintuplicó con respecto al año previo, hasta 127,700 millones de yenes (936 millones de euros).
La cuenta de rentas registró un superávit de 3.26 billones de yenes (23,920 millones de euros), un 75.6 % más, y la de transferencias amplió su saldo negativo un 20.7 %, hasta 417,100 millones de yenes (3,060 millones de euros).
La balanza de pagos refleja los pagos e ingresos por intercambios con el exterior de bienes, servicios, rentas y transferencias, y está considerada uno de los indicadores comerciales más amplios de un país.