KPMG presenta el panorama actual de Auditoria Interna en México

Cada empresa tiene características propias que la hacen única y en ocasiones sus funciones de Auditoría Interna deben adaptarse al momento que están viviendo; hoy 8 de cada 10 empresas posicionan la función de Auditoría Interna a nivel directivo; aunque el reto está en impulsarla para ser estratégica y que brinde certidumbre a los accionistas y consejos del negocio, de acuerdo con el Estudio integral de la función de Auditoría Interna en México 2019, realizado por KPMG en México, firma multidisciplinaria que provee servicios de Auditoría, Impuestos y Legal, y Asesoría.

Etiquetas: 

El objetivo de este estudio es analizar la situación actual de las funciones de Auditoría Interna en las empresas en México en cuanto a su estructura, enfoque, prácticas y tendencias hacia el futuro. La primera edición del análisis incluye la opinión de 102 líderes de funciones de Auditoría Interna de diversos sectores en el país.

Alberto Dosal, socio de Asesoría en Auditoría Interna, Riesgo y Cumplimiento de KPMG en México, comenta que: “Las organizaciones se enfrentan a una complejidad cada vez mayor impulsada por los avances en tecnologías disruptivas, globalización y nuevos modelos de negocio, lo que exige una mayor especialización y profesionalización de las funciones de Auditoría Interna para seguir aportando valor en la toma de decisiones de las empresas”.

Principales resultados de la encuesta

Este estudio busca reconocer cómo el área de Auditoría Interna logra convertirse en un socio estratégico de la organización. Entre los principales resultados destacan:

Talento y estructura ideales

Para establecer la estructura de las áreas de Auditoría Interna, es importante conocer las características de la empresa y las expectativas que se tienen de su función; de acuerdo con el estudio, en México:

— 72 por ciento de los encuestados cuenta con menos de 9 auditores para auditorías generales o de cumplimiento, y su costo estimado de inversión es de menos de 9 millones de pesos (mdp) anuales

— Así también, se muestra que 81 por ciento de las áreas de Auditoría Interna cuentan con la figura de director; 10 por ciento tienen dos o más, y solo 5 por ciento cuenta con tres o más

— 82 por ciento de las funciones de Auditoría Interna son totalmente independientes, reportando a un órgano que no opera las actividades diarias del negocio (accionistas, Consejo de Administración o Comité de Auditoría)

A medida que las organizaciones se han vuelto más complejas y especializadas, las funciones de Auditoría Interna han tenido que evolucionar para contar con la capacidad de evaluar las distintas operaciones de la empresa, de acuerdo con el estudio:

— Las cinco principales habilidades que debe tener un profesional de Auditoría Interna son:

1) Pensamiento y juicio crítico (75 por ciento)

2) Comunicación (61 por ciento)

3) Comprensión o uso de análisis de datos (55 por ciento)

4) Experiencia en varias áreas de negocios (55 por ciento)

5) Mejora de procesos (48 por ciento)

— En promedio, 29 por ciento de los encuestados afirman que en sus organizaciones los auditores internos no reciben capacitación o reciben menos de 16 horas al año, y 34 por ciento de las empresas no cuentan con un plan formal de capacitación

Enfoque de la función de Auditoría Interna

— Los líderes de Auditoría Interna identifican que los principales riesgos estratégicos para sus compañías son: ciberseguridad (74 por ciento), adopción de nuevos modelos de negocio y tecnologías (66 por ciento), fraude (62 por ciento), y ética e integridad (60 por ciento). Sin embargo, solo 36 por ciento cuentan con al menos un auditor forense, y 45 por ciento no realiza revisiones sobre ciberseguridad

— Algunas compañías tienden a definir proyectos de auditoría para riesgos muy puntuales, los cuales pueden ser concluidos en poco tiempo y les permiten ejecutar una alta cantidad de revisiones en el año. Los resultados muestran que 72 por ciento de las funciones definen menos de 25 proyectos al año, y solo 17 por ciento incluyen más de 50

— 6 de cada 10 encuestados en compañías con ingresos menores a 30,000 mdp (64 por ciento) invierten menos de 8,000 horas en proyectos de Auditoría Interna

— Por otra parte, solo 57 por ciento de los encuestados aplican encuestas de satisfacción a los auditados, y 39 por ciento nunca han realizado una evaluación de la función por parte de un revisor externo calificado

“Solo lo que se mide se puede mejorar, así mismo sucede con las actividades de Auditoría Interna. Monitorear y evaluar los resultados de la función debe ser un ingrediente fundamental en sus procesos, porque le permitirán identificar oportunamente áreas de mejora, metodologías, enfoque y entregables”, agrega Alberto Dosal.

Ejecución, reporteo y tercerización

La duración de cada proyecto debe incluir todos los pasos del proceso de auditoría (planeación, emisión y presentación del reporte final); no obstante, es común que los auditores internos se cuestionen cuánto tiempo es razonable dedicar para este proceso; según los resultados del estudio en nuestro país:

— 72 por ciento dedica siete o menos días en promedio para llevar a cabo el proceso de planeación de la auditoría

— 76 por ciento dedica en promedio menos de siete días para generar un borrador del informe una vez que se concluye con el trabajo de campo

— 57 por ciento toma menos de tres días para emitir un informe final a partir del borrador de este

Por otra parte, la complejidad del negocio y la cantidad de información dictan la necesidad de contar con un sistema especializado de gestión de Auditoría Interna que pueda ayudar a optimizar y controlar puntualmente las actividades del área; de acuerdo con los líderes de negocio, 52 por cientoellos cuentan con una herramienta de este tipo.

Los elementos incluidos en los informes pueden ser diversos; sin embargo, un rubro que casi siempre está presente es la inclusión de un resumen ejecutivo de los principales hallazgos (95 por ciento). El estudio señala que 76 por ciento de los encuestados incluyen los planes de acción provistos por los auditados, incluyendo su fecha compromiso.

La función de Auditoría Interna requiere cada vez mayor especialización para aportar valor a una empresa, lo que en ocasiones puede ser complejo y costoso; por lo anterior, las empresas deben recurrir a la tercerización de estos servicios, al respecto:

— 57 por ciento de los encuestados señalan que recibieron en alguna medida apoyo por parte de algún externo durante el ejercicio inmediato anterior, invirtiendo en su mayoría (79 por ciento) menos de 25 por ciento del total de horas que se tenían presupuestadas para esta función

“Incorporar nuevas habilidades y conocimientos, así como buenas prácticas y la implementación de nuevas tecnologías a la función de Auditoría Interna son acciones que deben estar siempre en la agenda de los líderes de las organizaciones. Contar con el apoyo de terceros que tengan la experiencia es una oportunidad para las empresas de agilizar estas iniciativas”, agrega Alberto Dosal.

Tendencias y expectativas a futuro

En los últimos años a nivel global, el uso de herramientas de análisis masivo de datos (data & analytics) ha sido una de las principales iniciativas de las funciones de Auditoría Interna para evolucionar, ser más eficiente y aportar mayor valor a la empresa:

— De 51 por ciento los encuestados que actualmente utilizan alguna herramienta en Auditoría Interna, únicamente 22 por ciento de ellos lo aplican en el proceso de planeación anual, y 37 por ciento en la cuantificación de resultados y el proceso de evaluación de riesgos

— 64 por ciento de los líderes de negocio identifican el análisis masivo de datos como una de las iniciativas que buscan desarrollar en los próximos años, solo superada por las iniciativas de mejorar el proceso de identificación y evaluación de riesgos para el plan de Auditoría Interna (81 por ciento) y por mejorar el posicionamiento de la función (66 por ciento)

“Auditoría Interna debe ser un órgano independiente que proporcione certeza a los accionistas y al Consejo de Administración, de que los principales riesgos a los que está expuesta la organización son atendidos apropiadamente y que la información obtenida por los líderes para la toma de decisiones es útil y precisa”, concluye Alberto Dosal.