La Oficina Australiana de Estadísticas (ABS, siglas en inglés) también informó de que el Producto Interior Bruto del país oceánico registró una expansión de 1.4 por ciento en los doce meses previos a junio de 2021.
La ABS apuntó que el crecimiento trimestral, impulsado por el consumo doméstico, las inversiones privadas y el gasto público, fue resultado de la continua relajación de las restricciones impuestas por la covid-19 y la recuperación del mercado laboral.
"Los confinamientos tuvieron un impacto mínimo en la actividad en general dado los pocos días de confinamientos, mientras que la orden más prolongada de permanecer en casa en NSW (estado de Nueva Gales del Sur) comenzó en la última semana de junio", dijo el jefe de las cuentas nacionales de la ABC, Michael Smedes, en un comunicado.
Los resultados de abril a junio suponen un menor crecimiento a lo que se registró en los tres trimestres anteriores cuando la economía australiana se recuperó de la recesión causada por la pandemia.
Además, los economistas temen que el brote con la variante delta en Sídney, que está confinada desde el 26 de junio pasado y ha obligado a posteriores confinamientos de más de la mitad de los 25 millones de habitantes de Australia, cause una contracción del PIB de hasta un 4 por ciento.
Australia, que acumula más de 54,000 casos de covid-19 y más de mil muertos desde el inicio de la pandemia, ha administrado la pauta completa de la vacuna contra la covid-19 a menos del 35 por ciento de su población adulta.
El gobierno australiano y las regiones habían acordado un plan para la vuelta a la normalidad y la reapertura de las fronteras internacionales que cerraron en marzo de 2020 con un 70 y 80 por ciento de la población vacunada, respectivamente, aunque la tercera ola ha puesto en duda el compromiso con estos objetivos.