La inflación china sube un 2.5 % en el año del coronavirus

El principal indicador de la inflación en China se elevó un 2.5 % en el global de un 2020 marcado por la covid y la volatilidad de la carne de cerdo, que dispararon los precios en la primera mitad del año y, desde julio, marcaron una tendencia a la baja que solo detuvo el leve repunte de diciembre.

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El objetivo de inflación marcado por el Gobierno para 2020 era del 3.5 %.

Según los datos oficiales publicados este lunes por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el índice de precios al consumidor (IPC) subió un 0.2 % interanual en diciembre debido a la histórica ola de frío que afecta a buena parte del país desde hace unas semanas.

Pese a todo, la evolución de los precios sigue en mínimos desde hace más de una década: en noviembre experimentaron su primera contracción desde octubre de 2009 (-0.5 %), y la cifra de diciembre supone la subida más exigua en ese mismo período de más de 11 años, batiendo la marca de octubre de 2020 (+0.5 %).

El moderado repunte del IPC en diciembre -un 0.7 % superior a noviembre- se puede achacar casi exclusivamente, según la ONE y los analistas, a un avance en los precios de los alimentos.

EL CERDO, PROTAGONISTA EN EL AÑO DE LA RATA

La tendencia a la baja se mantuvo constante entre julio y noviembre debido a la recuperación de las piaras chinas después de la epidemia de peste porcina africana, que desde mediados de 2018 había causado la muerte de decenas de millones de cerdos en el país, provocando graves problemas en la producción de esta carne, la favorita de los consumidores chinos, y una tremenda volatilidad en sus precios.

Esta recuperación supuso que en octubre se registrase la primera caída en los precios del cerdo tras 19 meses de subidas, descenso que se intensificó en noviembre (-12.5 %) pero que se moderó sustancialmente en el último mes del año, en el que bajaron un 1.3 % interanual.

En el conjunto del año, el coste de la carne de cerdo para el consumidor final fue un 49.7 % superior al de 2019.

Cabe destacar que, en el global del año, los precios de la fruta cayeron un 11.1 %, principalmente porque en 2019 se habían disparado debido, según las autoridades, a condiciones climatológicas "extremas".

La inflación básica, medidor que excluye precios de alta volatilidad como los de la comida o la energía, se elevó un 0.8 % durante el año, y Julian Evans-Pritchard, analista de Capital Economics, ve "probable que continúe subiendo" en el futuro cercano.

EL IPP SIGUE RECUPERÁNDOSE

La ONE también hizo público el indicador de referencia de la inflación mayorista, el índice de precios a la producción (IPP), que se contrajo un 1.8 % a lo largo del año pasado tras caer un 0.4 % en diciembre.

Esta es su segunda mejor marca de 2020 después de enero, cuando los precios mayoristas no sufrieron variación interanual alguna; además, en la comparación entre noviembre y diciembre el avance en el IPP fue del 1.1 %, el mejor registro intermensual desde diciembre de 2016.

"Un mayor refuerzo de la demanda y la subida de los precios de las materias primas industriales contribuyeron a impulsar la recuperación en los precios de los bienes manufacturados", apunta Evans-Pritchard.

Xin apunta que la demanda externa está animada por el optimismo ante la recuperación económica global y el despliegue de las vacunas contra la covid.

Tanto en diciembre como en el cómputo total de 2020, el descenso de los precios internacionales del crudo fue el gran protagonista, arrastrando hacia abajo las tarifas en sectores como la extracción de petróleo y gas, que bajaron un 27 % en diciembre y un 27.4 % en el global del año.

Los precios de la industria de procesado de petróleo, carbón y otros combustibles cayeron un 14.3 % durante el año pasado y los de la manufactura de fibras químicas, un 13.5 %.

Si en el IPC el frío extraordinario afectó a los precios de frutas y verduras frescas y facilitó el rebote del indicador, en el IPP la historia no fue muy diferente, ya que el "rápido aumento" de la demanda de calefacción hizo, por ejemplo, que los precios de la producción y suministro de gas se elevasen un 4.1 % entre noviembre y diciembre.

De cara al futuro, Evans-Pritchard prevé que el IPC caiga a terreno negativo de nuevo durante "el próximo par de meses" debido a la base comparativa del año pasado -más alta de lo normal por las subidas del cerdo entonces-, pero apunta que será algo "temporal".

"Parece que la actividad económica se mantendrá fuerte y la inflación básica probablemente repuntará", consideran desde Capital Economics, algo que serviría de motivo para que el Banco Popular de China (BPC, central) "endurezca sus políticas" este año tras meses de medidas de flexibilización para paliar los efectos de la pandemia.