La inflación minorista y mayorista en China recupera el brío en marzo

El principal indicador de la inflación en China, el índice de precios al consumidor (IPC), dejó atrás en marzo las marcas negativas del primer bimestre, mientras que el índice de precios a la producción (IPP), que mide la inflación mayorista, registró su mayor avance desde julio de 2018.

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Según datos oficiales publicados este viernes por la Oficina Nacional de Estadística (ONE), el IPC avanzó un 0.4 % interanual en el tercer mes del año, en el que el IPP se elevó un 4.4 %.

El indicador de la inflación minorista puso fin a dos meses consecutivos de caídas (0.3 % en enero y 0.2 % en febrero), acabando por encima incluso de las expectativas de los analistas, que predecían un aumento del 0.3 %.

El aumento de marzo fue el mayor del IPC desde octubre del año pasado, aunque el indicador se mantiene en la zona baja después de experimentar, en noviembre, su primera contracción (0.5 %) desde 2009.

De hecho, los precios al consumidor en China bajaron un 0,5 % en marzo si se comparan con los del mes anterior, algo que la ONE atribuye a la caída de la demanda tras la celebración, en febrero, del Año Nuevo lunar, la principal festividad del país asiático.

EL CERDO CAE DE NUEVO Y EL COMBUSTIBLE SUBE

Los precios del cerdo, la carne más popular en China, bajaron de nuevo en marzo (18.4 % interanual) ante la recuperación de la piara nacional tras la epidemia de peste porcina africana que mató a decenas de millones de cerdos en el país desde mediados de 2018, provocando graves problemas en su producción y una alta volatilidad en sus precios.

Esa carne subió durante 19 meses seguidos hasta registrar su primera bajada en octubre de 2020 y desde entonces ha marcado una línea descendente, aunque en el global del año pasado siguió elevándose casi un 50 %.

Uno de los factores que apoyó el avance del IPC fue el aumento de los precios del combustible para transporte, que se elevó un 11.5 %, lo que supone, según la consultora Capital Economics, la mayor subida desde noviembre de 2018.

Esa subida puede explicarse, según el analista de esa firma Julian Evans-Pritchard, por el efecto de la comparación con los precios del mismo mes del año pasado, cuando la pandemia derribó los precios internacionales del petróleo, aunque en la comparación con febrero el coste del combustible para transporte siguió elevándose un 6.4 %.

EL IPP CONTINÚA SU RECUPERACIÓN

La ONE también hizo hoy público el índice de precios a la producción (IPP) de marzo, indicador de la inflación mayorista, que creció un 4.4 % interanual.

Esta marca es la más alta desde julio de 2018 y confirma la tendencia al alza marcada desde enero, cuando se registró el primer avance en doce meses.

La comparación con febrero también supone un récord al ser la mayor en cuatro años, con una subida del 1.6 %.

El estadístico de la ONE Dong Lijuan atribuye la subida principalmente al avance de los precios internacionales de las materias primas.

Entre los 40 sectores industriales analizados, 30 elevaron sus precios con respecto a febrero y 6 los redujeron, mientras que los otros 4 no registraron cambio alguno.

La citada recuperación de los precios del crudo supuso que los costes en la industria de extracción de petróleo y gas subieran un 23.7 % interanual; los de procesado de petróleo, carbón y otros combustibles, un 13.9 %, y los de manufactura de materias primas químicas y sus productos derivados, un 11.4 %.

Otro de los sectores en los que los precios internacionales facilitaron la subida de los medidos por el IPP chino fue el de los metales: el avance registrado en la industria de fundido y laminación de metales ferrosos fue del 21.5, y en el del sector dedicado a esos trabajos con minerales no ferrosos fue del 21.3 %.

EL IPC "VOLVERÁ A NIVELES NORMALES"

Evans-Pritchard pronosticó hoy que el IPC avanzará hasta en torno a un 2 % a finales del segundo trimestre, en parte debido al cambio de los efectos de base sobre los precios del cerdo y a que más productos subirán sus precios, lo que llevará al indicador "de vuelta a niveles más normales" tras su racha bajista de los últimos meses.

"La subida de los precios a la producción y el endurecimiento del mercado laboral (es decir, una menor capacidad de contratación debido a la mejora de las cifras de empleo) deberían empezar a añadir presión alcista sobre la inflación de base (que excluye elementos volátiles como alimentos o energía), y el repunte en la inflación energética continuará merced a los crecientes precios del crudo", apunta el analista.

En su opinión, esto "no debería alarmar" al Banco Popular de China (BPC, banco central) pero sí que les "reafirmará en que están en lo correcto al centrarse en controlar los riesgos crediticios".

La inflación creció en China un 2.5 % en 2020, año en el que Pekín elevó su meta al 3.5 % tras seis años en el 3 %, cifra que ha recuperado para 2021 al considerar que el país ya ha superado la pandemia de la covid.