El beneficio neto de Ford en el tercer trimestre fue un 56.7 % inferior al del mismo periodo de 2018 debido a la debilidad de las ventas en China así como los mayores costes incurridos en el pago de incentivos y garantías.
Ford señaló que los ingresos desde enero al último día de septiembre ascendieron a 116,185 millones de dólares, un 2 % menos que en 2018, de los que 106,928 millones correspondieron a las ventas de automóviles, 9,231 millones a Ford Credit, el brazo financiero, y 26 a Mobility, la unidad de vehículos autónomos.
El fabricante también señaló que sus costes y gastos ascendieron a 115,154 millones de dólares en los nueve primeros meses de 2019, un 0.7 % menos que el año anterior.
La compañía dijo en un comunicado que los resultados del tercer trimestre muestran "progreso" en Norteamérica, Europa y China.
El director financiero del grupo, Tim Stone, explicó a los medios de comunicación que el tercer trimestre "fue bueno" pero que "el progreso" que ha realizado la empresa "también indica que tenemos más trabajo que hacer y hay más oportunidades en el futuro".
En términos similares se expresó el presidente y director ejecutivo, Jim Hackett: "Estamos haciéndonos más fuertes hoy y tenemos más trabajo que hacer".
Pero a pesar de este progreso, Ford prevé que sus beneficios antes de impuestos e intereses en el conjunto de 2019 serán inferiores a lo que estimó a principio de año y menores a los 7,000 millones de dólares de 2018.
Stone explicó que la compañía ha revisado sus previsiones a la baja y que la horquilla de beneficios de 7,000 a 7,500 millones de dólares se sitúa ahora entre 6,500 y 7,000 millones de dólares.
La compañía señaló que en el cuarto trimestre del año anticipa mayores gastos por la guerra de incentivos en Norteamérica y la continuada bajada de las ventas en China.