La entidad ganó de junio a septiembre 41 millones de euros (56 millones de dólares), frente a los 747 millones de euros del mismo periodo del año anterior. Los expertos esperaban que anunciara hoy beneficios por 428 millones de euros.
"En el tercer trimestre afrontamos numerosos retos", explicaron los copresidentes Jürgen Fitschen y Anshu Jain. "Tuvimos importantes cargos derivados de litigios y los beneficios de la banca de inversión se redujeron".
El banco tuvo que aumentar en 1.200 millones de euros las reservas para hacer frente a costos legales derivados de diversos escándalos como el fraude en la venta de acciones o la sospecha de manipulación de la tasa Libor.
Deutsche Bank también tuvo que pagar indemnizaciones por el colapso del imperio del magnate de los medios Leo Kirch. La Justicia consideró que un ex presidente del banco tuvo un papel determinante en la quiebra del grupo de medios al poner públicamente en duda su solvencia durante una entrevista.
Por otro lado, el negocio se vio lastrado por las repercusiones de la crisis. "La facturación del trimestre sufrió por una marcada caída en la actividad de los clientes debido a la incertidumbre en los mercados y a la falta de liquidez", señaló el banco.
La Reserva Federal estadounidense (Fed) anunció en junio la retirada de los programas de estímulo lanzados para reactivar la mayor economía del mundo, abriendo un interrogante que sacudió los mercados de todo el mundo.
"Seguimos avanzando, paso a paso, en nuestra estrategia a tres años para construir una plataforma mundial para Deutsche Bank", anunciaron hoy los copresidentes. Fitschen prolongó además hoy su contrato con el banco dos años más hasta 2017.
Tras la publicación de los resultados, las acciones de Deutsche Bank cayeron un 2,7 por ciento hasta los 34,95 euros en la Bolsa de Fráncfort.