Más integración, la receta del BCIE para frenar la migración centroamericana

El presidente del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), Dante Mossi, asegura que si los países de la región estrechasen más los lazos entre ellos y se convirtieran en un verdadero bloque, aumentarían las oportunidades para la gente y se frenaría el éxodo de centroamericanos hacia Estados Unidos.

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Centroamérica "no es viable" si se piensa como "una colección de países" en lugar de como "un bloque" al estilo de la Unión Europea, subrayó este defensor de reforzar la integración como manera de generar inversiones y consiguientemente empleo, algo de lo que carecen miles de personas en la región.

En una entrevista con Efe en Miami, Mossi dijo que siempre se habla de la violencia como la causa de que miles de hondureños, salvadoreños y guatemaltecos dejen sus países, pero hay que comprender que el origen de la violencia está en que "no se están generando las oportunidades que esos pueblos necesitan".

Mossi participó en esta ciudad en un seminario regional sobre gestión de riesgos del sector público organizado por el BCIE, del que proviene la mitad del financiamiento al desarrollo en sus cinco países fundadores, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, más que lo que les otorgan juntos el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El directivo indicó que el BCIE puede hacer "mucho" para afrontar con éxito el reto de la migración y en este sentido recalcó la importancia de lo que representa la "i" en las siglas del banco.

"Somos más parecidos entre nosotros de lo que damos crédito", dice Mossi, quien cree que eso facilita la integración siempre que haya voluntad política para avanzar por parte de los cinco gobiernos.

Otra ventaja es que el comercio intrarregional tiene un peso importante, tanto que Centroamérica es el segundo socio comercial para los países de la región, que, pese a ser competidores, han sabido organizarse de "manera más inteligente" para exportar más y ser más selectivos en lo que exportan, aprovechando las "ventajas comparativas" de cada uno de los socios.

De nacionalidad hondureña y proveniente del BM, para el que trabajó con sede en Ghana, Mossi dice que las lecciones de otras regiones en desarrollo como África son aplicables a Centroamérica.

Como ejemplo menciona que los países africanos están convencidos de que sin una energía barata no se puede ser competitivo y, a su juicio, están "un cien por ciento" acertados al pensar así.

En el caso de Centroamérica para lograrlo hay que mejorar la interconexión eléctrica, que se limita a 300 kilovatios, dar entrada a "grandes jugadores", como México y Colombia y crear un mercado regional eléctrico con contratos a largo plazo.

Si no se ha hecho antes es fundamentalmente por "ignorancia" de cómo funciona la integración regional, dice Mossi, quien considera muy importante que los presidentes de los cinco países se pongan de acuerdo y le den a la empresa de interconexión eléctrica regional SIEPAC luz verde para acometer el proyecto.

"El interés privado no debería primar sobre el público", dice Mossi, acostumbrado a trabajar gobierno por gobierno para hacerles comprender las ventajas de algunas de las propuestas del BCIE, que tiene una cartera de 10,000 millones de dólares.

Recientemente ha logrado el compromiso de los cinco socios fundadores para poner los mil millones de dólares (200 millones por país) que les corresponden de los 2,000 millones de ampliación de capital aprobados por la Asamblea de Gobernadores.

Los mil millones restantes les corresponden a los otros socios del banco (Panamá, República Dominicana, Belice, Argentina, España, Colombia, Cuba, México, Corea del Sur y Taiwán).

El argumento que convenció a los fundadores es que con un capital ampliado a 7,000 millones de dólares la entidad fundada en 1960 puede prestarles dinero al mismo precio que el BM y el BID, señala.

El presidente ejecutivo del BCIE subraya que Centroamérica está muy agradecida a Estados Unidos, su primer socio comercial, y especialmente al acuerdo de libre comercio, que, dice Mossi, no por nada no se ha tenido que renegociar como ocurrió con el de Norteamérica.

Otros campos en los que, a juicio del BCIE, pueden llevarse a cabo proyectos de interés común para la región son el transporte de carga por ferrocarril y el gas.

Costa Rica se ha adelantado a cubrir la necesidad de unas líneas férreas modernas con un tren eléctrico para el transporte de pasajeros en el Gran José, diseñado por el grupo español Idom.

Como ejemplo de la profundización de la integración, Mossi menciona un proyecto para desarrollar el golfo de Fonseca, al que asoman El Salvador, Honduras y Nicaragua, una zona muy pobre de donde muchas personas emigran a Estados Unidos.

El primer punto de ese proyecto será la puesta en marcha de un servicio de transbordador para comunicar a los tres países ribereños, pero el plan es mucho mas ambicioso y tiene que ver con turismo y logística, entre otros campos.

El proyecto arranca con una inversión de ocho millones de dólares, con aportaciones de dos millones por cada país y otros dos millones por BCIE, un banco "relevante" para el desarrollo de Centroamérica y con mucho que decir en la resolución de problemas como el éxodo de centroamericanos hacia Estados Unidos, subraya.

Centroamérica necesita un "círculo virtuoso de oportunidades", concluye.