En una nota, Moody’s apunta que la buena recuperación del empleo y del mercado inmobiliario -unida a las medidas de protección aprobadas durante la pandemia- dejarán las pérdidas en el mercado de las hipotecas lejos de las que se vieron en la crisis de 2007-2009.
“Las suspensiones de pagos sin precedentes, junto a las moratorias a las ejecuciones hipotecarias, han resultado en un freno casi total a las incautaciones de propiedades durante los últimos 15 meses", señaló la analista Jody Shenn.
"Aunque más de 2.6 millones de hipotecas están en el limbo y es probable que muchas sigan sin resolverse este año, el menor número de prestatarios en dificultades y el mejor entorno al que se enfrentan darán como resultado pérdidas mucho menores que durante la recesión de 2007-09", añadió.
Según Moody’s, el impacto en las hipotecas será comparable al de otras recesiones y las liquidaciones de préstamos en riesgo representarán menos de un 1 % del total de las hipotecas pendientes, repartiéndose además durante varios años.
La agencia, en todo caso, alerta que habrá algunos riesgos con el fin de las medidas que en EE.UU. han permitido a propietarios con dificultades económicas posponer el pago de sus hipotecas y que han frenado los desahucios, sobre todo si la recuperación económica se frena por las nuevas variantes de la covid-19.
A pesar de esos riesgos, Moody’s considera que las entidades de crédito serán capaces de absorber esos costes a medida que las condiciones se normalizan.