S&P dijo en un comunicado de prensa que mantiene la calificación de EE.UU. en sobresaliente alto por la resistencia de su economía, su credibilidad monetaria y la posición del dólar como moneda de reserva en el mundo.
Sin embargo, la agencia de calificación detalló que lo mantiene en perspectiva negativa porque los riesgos de la deuda soberana de Estados Unidos, "especialmente políticos y fiscales", podrían llevar a una nueva rebaja en 2014.
"Aunque las próximas elecciones podrían resolver el debate fiscal en EE.UU., creemos que un resultado así es poco probable", advirtió S&P, que los riesgos de que el país termine en una nueva recesión son "del 20 %".
Al margen de los asuntos domésticos, la agencia dijo que creen que la economía de EE.UU. sigue sujeta a "riesgos significativos", incluida la actual crisis fiscal y financiera al otro lado del Atlántico y los problemas en la zona euro.
"Esto podría reducir el crecimiento económico de Estados Unidos a través de un descenso de sus exportaciones hacia la zona euro o, más importante todavía, a través de efectos secundarios en su sector financiero" de la crisis, añadió.
Las advertencias de S&P llegan un día después de que la agencia de calificación de riesgo Fitch amenazara con bajar la máxima nota que otorga a la deuda soberana de Estados Unidos, "AAA", si el país no aprueba en los próximos meses un plan fiscal creíble.
Fitch reiteró la importancia de que se apruebe un plan fiscal "creíble" para reducir el abultado déficit y dijo también que si llegaran a empeorar las perspectivas económicas y fiscales, entonces terminará rebajando la nota a Estados Unidos.
El verano pasado la agencia de calificación de riesgo S&P rebajó el rating que otorga a la deuda soberana de Estados Unidos, que por primera vez en la historia perdió de esta manera la máxima calificación "AAA".
Entonces, Standard & Poor's dijo que la rebaja estuvo motivada porque la consolidación fiscal acordada días antes por el Congreso y la Casa Blanca no era suficiente.