Sarkozy carga contra quienes se felicitaron por perder la "triple A"

Sarkozy insistió en que "no son las agencias las que hacen las políticas de los Estados" y en que "en estas circunstancias, la única solución es la sangre fría, la distancia, el valor de tomar decisiones".

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Nicolas Sarkozy.

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, lanzó una diatriba contra algunos miembros de la oposición, a los que acusó de hacer comentarios "indecentes" al interpretar que se habían felicitado de que la agencia Standard and Poor's (S&P) hubiera retirado a Francia la máxima calificación, la "triple A".

"Hemos visto un espectáculo a veces indecente para los que aman a su país, de hombres y mujeres que daban la impresión de felicitarse de lo que acababa de decidir esta agencia", señaló Sarkozy sin dar nombres en un discurso durante un viaje a Lyon (este de Francia).

Ridiculizó a la oposición que había aprovechado la revisión de la nota de S&P para denunciar su política económica al comentar: "De golpe, una agencia de calificación se convirtió en la referencia absoluta de todos los que bien la ignoraban, bien la criticaban".

Y añadió que el lunes pasado, tres días después de la modificación de la nota por S&P, Moody's, "otra agencia dos veces más importante, dijo lo contrario".

Aludió así a que Moody's había optado por mantener la "triple A" a la deuda francesa, aunque Francia sigue bajo su vigilancia y volverá a evaluarla durante este primer trimestre, al igual que a los demás países de la Unión Europea.

Sarkozy insistió en que "no son las agencias las que hacen las políticas de los Estados" y en que "en estas circunstancias, la única solución es la sangre fría, la distancia, el valor de tomar decisiones".

La cuestión de la pérdida de la "triple A" se ha convertido en los últimos días en uno de los temas protagonistas de la campaña para las elecciones presidenciales francesas de la próxima primavera.

Desde la decisión de Standard and Poor's ha habido dos emisiones de deuda francesa, el lunes pasado y hoy mismo, y los tipos de interés a los que se han adjudicado los títulos han sido más reducidos que en 2011.