"Nos parece que es un paquete económico responsable, disciplinado. Aplaudimos el que se siga controlando el gasto público", dijo en rueda de prensa el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Carlos Salazar.
En su presupuesto para 2020, el Gobierno prevé un crecimiento económico de entre 1.5 % y 2.5 %, un superávit primario (más ingresos que gastos, sin considerar el pago de intereses de la deuda pública) de 0.7 % del PIB y una producción petrolera de 1.9 millones de barriles diarios.
Salazar también celebró que se haya mantenido la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de no aumentar los impuestos en términos reales. Pero expresó la preocupación del sector privado sobre la escasa inversión pública.
"Los números son francamente pobres. Quizá tengamos la inversión pública más pequeña de los últimos años. Los cálculos que hemos hecho en el CCE indican que estará alrededor del 1.5 % del PIB, cuando el año pasado andábamos en 2 %. Requerimos el 5 %", sostuvo.
El líder empresarial indicó que la otra gran preocupación del sector privado gira en torno a las finanzas de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Consideró buenas noticias la inyección de capital de 5,000 millones de dólares a la empresa anunciada ayer, pero agregó que "algunos analistas la consideran insuficiente para el tamaño de la problemática de Pemex, con una deuda de 104,000 millones de dólares".
Sobre el objetivo de una producción petrolera de 1.9 millones de barriles diarios, opinó que es "difícil pero alcanzable" ya que los pozos concesionados a empresas privadas deberán comenzar a extraer en 2020, al igual que los nuevos yacimientos que está desarrollando Pemex, lo que se sumará a la producción actual de 1.7 millones de barriles.
Por su parte, el director del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), Carlos Hurtado, mencionó que la perspectiva de crecimiento para el próximo año "se ve un tanto optimista".
"Si falla el pronóstico es probable que también falle la previsión de los ingresos públicos. En particular los ingresos tributarios se está proyectando que suben 3.7 %", señaló.
Con todo, reconoció que el Gobierno ha anunciado diversas medidas para aumentar la recaudación fiscal, como el aumento de la base tributaria y el combate a la evasión.
Sobre Pemex, dijo que para muchos expertos son insuficientes los planes de trabajo presentados por la empresa. "Esperamos que esto se fortalezca en algún momento en el futuro, ojalá con mayor concurrencia del sector privado", declaró.
En su oportunidad, el economista en jefe del banco BBVA, Carlos Serrano, dijo que "si bien es afortunado el compromiso de con unas finanzas públicas estables, el país está teniendo cada vez menos margen de maniobra fiscal", lo que puede comprometer la capacidad de gestión en algunas áreas del Gobierno.
Enfatizó que la gran preocupación radica en "la caída tan estrepitosa que hemos visto en inversión pública".
También consideró insuficientes los esfuerzos para apoyar a Pemex y consideró "fundamental que se reanuden los esquemas de asociaciones privadas, llamados 'farmouts', para que podamos tener un repunte en la producción petrolera y no se presionen las finanzas públicas".
El director de Análisis Económico del banco HSBC, Alexis Milo, coincidió en que "se ve ambicioso" el objetivo de producción de 1.9 millones de barriles diarios, lo cual consideró "una señal implícita de que la meta no podrá ser lograda sin la participación privada".
Finalmente, el director de Estudios Económicos del banco Citibanamex, Sergio Kurczyn, opinó que el proyecto económico gubernamental "debería acompañarse de una mejor estructura de inversión, de la disminución de la incertidumbre y de que el Gobierno se deje apoyar por el sector privado, sobre todo en la parte energética".