S&P cree que 2013 será "decisivo" para resolver la crisis de deuda soberana

La agencia S&P cree que 2013 podría ser un año "decisivo" para solucionar la crisis de la deuda soberana y asegura que en el caso de España, los elevados precios de los seguros contra la suspensión de pagos (CDS) sugieren que el mercado sigue considerando que el riesgo de inversión aún es elevado.

Así lo ha puesto de manifiesto la agencia en un informe publicado hoy, en el que explica que los CDS de otros países europeos también indican que a pesar de la recuperación del mercado de deuda soberana, los inversionistas siguen siendo pesimistas sobre la posibilidad de impago de deuda en la periferia.

En su informe, la agencia, que cree que los problemas de Europa "siguen siendo enormes", asegura que la confianza de los inversionistas volverá si los Estados miembros siguen avanzando en la estabilización de la deuda pública y reduciendo su déficit.

Unos objetivos que conllevarán para su consecución "una respuesta disciplinada y transparente de los responsables políticos tanto a nivel nacional como europeo".

En opinión de la agencia, este programa de medidas aunque es ambicioso puede lograrse a pesar de que los riesgos en su puesta en marcha pueden ser elevados.

Dichos riesgos son la principal razón por la que la mayoría de calificaciones de deuda soberanas tienen perspectivas negativas, advierte la agencia, que no obstante, indica que ya se han establecido o anunciado por parte de Europa "gran parte de las bases" para salir de la crisis.

En el mismo informe, la agencia insiste en que un proceso de reforma que se base en la austeridad fiscal, sólo corre el riesgo de convertirse en una "auto-derrota" de la demanda interna y puede tener otras consecuencias negativas tanto económicas como sociales.

Sobre las medidas aprobadas en Europa para luchar contra la crisis de deuda, como el Mecanismo de Estabilidad Europeo, la agencia indica que los mercados han reaccionado positivamente a ello, aunque todavía 13 de los 17 países de la zona del euro mantiene calificaciones con perspectiva negativa derivado de los riesgos de su aplicación.

Otro riesgo, dice la agencia, "sería la actitud de complacencia que se podría desarrollar junto con una mejora en las condiciones del mercado".

La complacencia, explica, puede llevar a que algunos crean que los problemas de la zona euro han pasado y a que los acuerdos ya alcanzados queden de lado, un comportamiento que podría tener consecuencias negativas para las calificaciones.

Ello provocaría nuevas tensiones en los mercados, y como consecuencia, "rescates más costosos de lo que habría sido necesario si se hubiera mantenido el rumbo".

Aún dice la agencia, "es demasiado pronto para afirmar con firmeza que el riesgo de la autocomplacencia se ha materializado".

La agencia también explica que la clave para una solución duradera de los problemas de la Eurozona se encuentra en la adopción de políticas nacionales, no con el Banco Central Europeo (BCE). "Si no se avanza de forma decidida y sostenida, el BCE por sí mismo solo puede lograr treguas temporales".

Por último y sobre las tensiones nacionalistas en Cataluña, S&P ve poco probable una ruptura entre España y Cataluña por razones políticas, económicas y constitucionales, aunque cree que "la escalada de los conflictos complicará la ejecución del medidas económicas que son necesarias para reducir el déficit".