Target destinará 200 millones de dólares a un programa de cuatro años de duración para que sus empleados a tiempo completo o parcial puedan estudiar títulos universitarios en una serie de instituciones sin tener que ocuparse de la deuda de la matrícula, los libros de texto y otros pagos, según explicó en un comunicado.
Los 340,000 trabajadores de tiendas, centros de distribución y sedes de Target en EE.UU. podrán acceder desde "el primer día de trabajo" a unos 250 planes de estudio relacionados con su negocio, en ramas como administración de empresas, tecnologías de la información o diseño.
Entre las 40 instituciones que cita la empresa están universidades como la de Arizona, la del estado de Oregón, Denver, Cornell y otras universidades y escuelas de educación superior históricamente afroamericanas (HBCU) como Morehouse College y Paul Quinn College.
Si los empleados quieren cursar estudios fuera del plan y la red ofrecidos por Target, aún así la compañía se compromete a pagar anualmente más de 5,000 dólares, y hasta 10,000 en el caso de ser títulos de máster.
La iniciativa es similar a la anunciada recientemente por la cadena minorista Walmart, la empresa más grande del país por número de empleados, que ofrecía desde hace tres años un programa de asistencia educativa por 1 dólar diario y ha decidido eliminar esa barrera para sus 1.5 millones de trabajadores a tiempo completo y parcial a partir de este mes.
Walmart dijo en un comunicado que destinará casi 1,000 millones de dólares en los próximos cinco años a la formación y el desarrollo de carreras de su cuantiosa plantilla, de manera que puedan "lograr títulos universitarios o aprender profesiones sin la carga de la deuda educativa".
Ambas compañías contrataron a miles de trabajadores de primera línea durante la pandemia y ahora se enfrentan al reto de retenerlos y ajustarse a un mayor consumo de bienes mientras la economía de EE.UU. se recupera, con el problema de un mercado laboral que sigue lastrado.
En los últimos años, otras empresas estadounidenses, desde Starbucks y Chipotle, del sector de la restauración, hasta ha operadora de telecomunicaciones T-Mobile, han apostado por colaborar con instituciones educativas para cubrir los fuertes gastos de matrícula de sus empleados que quieren cursar estudios.