"Estamos siguiendo todos los trámites. Las operaciones fueron aprobadas, el proceso sigue adelante y no espero alteraciones en lo que fue aprobado", señaló Gebara en una teleconferencia con periodistas para comentar los resultados anuales de la filial del grupo Telefónica en Brasil, donde actúa con la marca Vivo.
El polémico proceso de venta de los activos móviles de Oi al consorcio formado por las tres mayores empresas del sector dependía de la aprobación por parte del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE), órgano antimonopolios de Brasil, y de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel), que dieron su visto bueno, aunque con restricciones, en febrero y enero, respectivamente.
Sin embargo, la anuencia previa de Anatel sobre la operación deberá ser revista después de que la operadora Copel entrara con un pedido en la Justicia para anular la aprobación, al alegar "ilegalidades" en el acuerdo.
En ese sentido, Gebara aseguró que no "hay ninguna paralización en el proceso" y que el plan fue aprobado por "unanimidad" por los consejeros de la empresa, por lo que confía en la conclusión del proceso aún este semestre.
Agregó que Vivo, líder en Brasil en el negocio móvil con un 33.1 % de cuota de mercado, deberá desembolsar unos 5,500 millones de reales (unos 1,089 millones de dólares) en la compra de los activos de Oi.
La operación igualmente llevó a una serie de cuestionamientos de diversos organismos sobre un posible monopolio del sector de telecomunicaciones en Brasil, ya que las tres principales empresas irán acaparar el 98 % del mercado de telefonía móvil en Brasil.
Pero para Gerbara, la operación podría aumentar aún más la competitividad debido a que Oi es una empresa que se encuentra bajo recuperación judicial y, por tanto, ya partía de una posición de cobertura "por detrás" de las demás compañías.
"El mercado de red móvil continúa siendo muy competitivo, continuamos con una enorme competencia", enfatizó.
El presidente de Telefónica Brasil comentó además que la compañía mantendrá su política de destinar gran parte de sus inversiones a la expansión de la red móvil y de fibra, cuya meta es llegar a 29 millones de domicilios hasta finales de 2024.
En ese marco, destacó que Vivo ya empezó a prepararse para la implementación en las 27 capitales brasileñas de la banda 5G hasta el 31 de julio próximo, tras adjudicarse los derechos de operar la telefonía 5G en las radiofrecuencias de 2.3 GHz y 3.5 GHz.
"Como la banda 2.3 GHz está liberada, ya estamos probando, las personas que tienen acceso a la tecnología 5G ya están experimentando", dijo Gebara, y agregó que Vivo sigue esperando la liberación de las autoridades para la operación en la frecuencia 3.5 GHz, considerada la más importante debido a que es la más utilizada a nivel mundial.
"Estamos probando donde es posible y preparándonos para julio", completó.
Tras reportar un beneficio neto de 6,229 millones de reales (1,233 millones de dólares) —un 30.6 % más que en 2020—, el ejecutivo reconoció los "relevantes desafíos" que marcan el escenario doméstico e internacional, pero aseguró que confía en mantener el buen desempeño este 2022.
"Por supuesto que preocupa la situación macroeconómica y el escenario inflacionario en Brasil, pero la expectativa es que Vivo pueda destacar en ese entorno", recalcó.