La deuda griega rondará el 125 por ciento del producto interno bruto (PIB) en 2020 y el 112 por ciento en 2022, tras escalar al 177.2 por ciento este año, según un nuevo informe publicado hoy por la Comisión Europea.
El programa de rescate internacional prevé que Atenas redujera ese monto al 124 por ciento en 2012 y "sustancialmente" por debajo del 110 por ciento en 2022.
"Ello representa un deterioro comparado con los objetivos de diciembre de 2012", escribió el ejecutivo, que atribuyó la situación a los retrasos en las privatizaciones de los activos públicos, entre otras cosas.
La Comisión estima que habrá una brecha de 5,500 millones de euros (7,600 millones de dólares) hasta mayo de 2015, pero afirma que podría cubrirse mediante el programa de rescate existente y medidas extraordinarias de financiación adoptadas por Atenas.
Pese a ello, en general el programa de rescate marcha según lo previsto, aunque advirtió de los retos que quedan en muchas áreas. Por ello llama a Grecia a continuar progresando en sus reformas administrativas, sanitarias, de pensiones y en la educación, entre otras cosas. "Es esencial garantizar que la ambiciosa agenda de reformas se implemente totalmente para cerrar cualquier brecha fiscal", añade la Comisión.
El informe aumenta la presión a la eurozona para que apoye a Grecia en sus esfuerzos de reducción del déficit. Los ministros de Finanzas del bloque prometieron en noviembre de 2012 "considerar nuevas medidas y ayuda" si Atenas no cumplía los objetivos de deudas, citando opciones como bajar las tasas de interés.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) -uno de los tres acreedores junto con la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE)- ya dijo que espera que los gobiernos de la eurozona cumplan su promesa. "Los europeos ya se mostraron dispuestos a ayudar a Grecia a cumplir estos objetivos si era necesario", dijo el portavoz Gerry Rice ante periodistas el jueves en Washington. "Los socios europeos de Grecia accedieron a aliviar la deuda si era necesario".
Grecia fue uno de los países más golpeados por la crisis económica de la eurozona, pero recientemente aumentan las esperanzas de que el país deje atrás lo peor. De momento ya ha conseguido volver a los mercados financieros con deuda a largo plazo y obtuvo un superávit primario tras casi una década de déficits.
Sin embargo tiene dificultades para reducir su endeudamiento, que por encima del 170 por ciento del PIB es el más alto de los 28 de la UE.