La lucha contra la pandemia, los futuros retos sanitarios, el fomento del crecimiento ecológico, el fortalecimiento del comercio, la inversión y la cooperación tecnológica y la defensa de un mundo más democrático y seguro, con respeto al orden internacional basado en reglas, también forman parte de la agenda del encuentro.
Una cumbre que será la tercera que Biden protagoniza en su histórico viaje a Europa, tras la del G7 celebrada en Cornualles (suroeste de Inglaterra) del 11 al 13 de junio, y la de la OTAN, que tendrá lugar la víspera en Bruselas. El miércoles, en Ginebra, está previsto su cara a cara con su homólogo ruso, Vladímir Putin.
En la cumbre del martes, la UE estará representada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y se espera que al final del encuentro se firme una declaración conjunta.
Hay que remontarse cuatro años, al 25 de mayo de 2017, para encontrar la foto de la anterior cumbre UE-EE.UU., protagonizada por los anteriores presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk; de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; y el entonces recién estrenado 45 presidente de la Estados Unidos, Donald Trump, cuya etapa al frente de la Casa Blanca erosionó profundamente las relaciones.
Unas relaciones antiguas y que, especialmente tras la Segunda Guerra Mundial, sentaron las bases de la economía mundial y del orden internacional, además de que ambos bloques democráticos representan la mayor relación económica del mundo, con 780 millones de personas.
Unas bases que los cambios geopolíticos acaecidos desde entonces, así como el periodo trumpiano y la pandemia, zarandearon y toca renovar. Todo indica que Bruselas y Washington pondrán todo de su parte en pos de recuperar la sintonía aunque haya notas discordantes.
PANDEMIA
En patentes de vacunas contra la covid-19 el desencuentro es notorio. Biden defiende que se liberen para multiplicar la producción, mientras que Von der Leyen y Michel apuesta por que EE.UU. y otros levanten las trabas a la exportación, algo que ha liderado la UE. Además, el bloque comunitario prefiere que se fuerce a las farmacéuticas a permitir a otros que fabriquen sus vacunas a precio de coste o con una pequeña remuneración.
A lo que sí se sumó recientemente la UE a EE.UU. es en reclamar "transparencia" a China sobre el origen de la pandemia para saber cómo y dónde surgió el virus del SARS-CoV-2.
COMERCIO
Uno de los principales objetivos de esta cumbre es renovar la confianza y rebajar y resolver las disputas comerciales entre la UE y EE.UU. Y, la mejor forma de hacerlo, es seguir el "ejemplo" europeo, dijo hace unos días el titular de Comercio, Valdis Dombrovskis, que invitó a suspender los aranceles a productos europeos.
La relación comercial entre la UE y EE.UU. se deterioró durante el mandato de Trump a raíz de la imposición de aranceles del 25 % a las importaciones comunitarias de acero y del 10 % a las de aluminio.
La UE respondió con una tanda de aranceles a productos estadounidenses, pero como señal amistosa hacia Biden Bruselas anunció la suspensión temporal de otros previstos para el 1 de junio.
Se espera que traten de encontrar soluciones integrales y duraderas a sus conflictos comerciales y de competencia, se comprometan a incrementar la relación comercial y de inversión entre ambos bloques, así como a mantener y reformar el sistema de comercio multilateral basado en normas, al tiempo de que aumenten su cooperación tecnológica y de sistemas seguros de flujo de datos.
Ante la Eurocámara esta semana, Dombrovskis aseguró que, además de respaldar una recuperación económica "que beneficie a todo el mundo" y de tratar de poner fin a la pandemia de coronavirus y a atender a la salud global en general, la UE se va a comprometer con EE.UU. a proteger el medio ambiente y apoyar la democracia y los derechos humanos.
Temas que, sin duda, figurarán en la declaración final de la cumbre y en la que también habrá con seguridad alusiones a China y Rusia, así como a otros asuntos geopolíticos.
CONTEXTO
El triunfo de Biden en las elecciones del pasado noviembre y su llegada a la Casa Blanca fueron festejados sin disimulo por parte de la mayoría de líderes de la UE, que el pasado 25 de marzo departieron con él durante una cumbre europea por videoconferencia.