Un estudio prueba el efecto inflacionario de la llegada de la plata americana

Unos investigadores han probado, mediante el análisis de las aleaciones de las monedas antiguas españolas de los siglos XVI y XVIII, el efecto inflacionario que tuvo en Europa la llegada masiva de plata procedente de las Américas.

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Fragmento de plata.

"Entre el siglo XVI y el siglo XVIII aproximadamente 300 toneladas anuales de plata salieron de las minas en las colonias americanas de España", señala el artículo publicado por la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

Los autores de la investigación, encabezados por Anne Marie Desaulty, de la Escuela Normal Superior de Lyon (Francia), añadieron que "las economías locales de América no pudieron absorber tales cantidades de plata y, por lo tanto, el metal precioso marchó al mercado europeo a través de los puertos españoles, notablemente Sevilla", y en parte hacia el Lejano Oriente por Filipinas.

Los investigadores emplearon una técnica llamada espectrometría de masas para identificar el origen de la plata, el cobre y los isótopos de plomo en 91 monedas de la antigüedad en el Mediterráneo oriental y el imperio romano, de Europa occidental en la Edad Media, y de monedas de España, México y los Andes entre 1550 y 1750.

Desde el antepenúltimo rey de la dinastía de los Austria, Felipe III "El Piadoso" que reinó entre 1598 y 1621 y hasta el primero de los Borbones, Felipe V "El Animoso" (1700-1746) la corona española empleó volúmenes crecientes de la plata americana para pagar sus deudas con los bancos de Europa.

Y desde el filósofo francés Jean Bodin (1530-1596) en adelante numerosos estudiosos y economistas apuntaron a la posibilidad de que ese flujo de metal precioso fue el ingrediente principal de la llamada "revolución de los precios", en realidad una inflación acelerada en Europa.

La hipótesis, señalaron los autores del estudio en PNAS, "ha sido motivo de controversia recientemente y algunos autores enfatizan que la llegada de los metales americanos, aproximadamente de 1520 a 1809, no coincide con el período de inflación, entre 1520 y 1650.

No obstante, los investigadores han podido demostrar cómo aumentó la presencia de plata americana en la economía europea, y cómo sustituyó a la plata tradicional extraída en el Viejo Continente.

"Claramente la plata de la antigüedad es un componente menor de la masa monetaria medieval", anotaron los investigadores, para argumentar los efectos que tuvo la plata americana en la economía europea.

El análisis de las aleaciones de las monedas prueba cómo en apenas ocho décadas entre los reinados de Felipe III y Felipe V la plata de las Américas reemplazó a la europea en las monedas de España.

La búsqueda española de plata en las Américas comenzó ya desde 1498, según los investigadores, que añadieron que "no fue sino hasta comienzos del siglo XVI que se abrieron las minas más grandes".

Los autores señalaron que de la plata extraída en las Américas el 20 por ciento permaneció en el continente, otro 10 por ciento se usó para pagar por sedas, porcelanas y especias en Asia, y otro 15 por ciento cayó en manos de los piratas, lo que dejó aproximadamente 200 toneladas del metal precioso en el puerto de Sevilla por cada año desde fines de los 1500 a comienzos de los 1600.

"Felipe II cesó los pagos de la deuda española en 1557, 1560, 1575 y 1596, y reabrió Río Tinto y otras minas de plata españolas, lo cual confirma que la plata americana no permaneció en España por mucho tiempo", según el artículo.

La plata que llegó a España "en su mayor parte se usó para pagar los préstamos enormes obtenidos de los banqueros alemanes para asegurar la elección de Carlos V y pagar a los banqueros genoveses otros préstamos", concluye el estudio.