Vestager aboga por evitar duplicidades en la producción de microchips con EE.UU.

La vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea encargada de Digital y Competencia, Margrethe Vestager, afirmó este viernes que la Unión Europea (UE) y EE.UU. deben evitar duplicidades en elementos críticos de la producción de microchips, así como nuevas disputas comerciales.

En un discurso en la universidad de Lovaina, Vestager destacó que Washington ha preparado un plan para subsidiar la producción de microchips críticos "y las áreas en las que se centraron coinciden en gran medida con las identificadas por la Comisión Europea".

Esto, dijo Vestager, plantea la pregunta de cómo Estados Unidos y la UE pueden convertir sus "interdependencias en una fuente de fuerza, en lugar de fricción", y advirtió de la necesidad de "evitar una carrera de subsidios que deje a todos en peor situación".

A su juicio, la solución pasa por la "transparencia" sobre las subvenciones, "garantías de seguridad del suministro", pruebas de resistencia conjuntas para las cadenas de suministro y, fundamentalmente, "controles de exportación coordinados", para que las empresas de la UE y EE.UU. puedan planificar dónde pueden exportar cuando utilicen cada uno chips de otros.

Vestager llegó a esas conclusiones tras analizar los actuales problemas en las cadenas de suministro, la escasez de microchips y las lecciones aprendidas tras la crisis generada por la pandemia de la covid.

La pandemia "nos ha enseñado cómo nuestras dependencias en sectores estratégicos pueden convertirse en una debilidad, especialmente en tiempos de crisis", dijo la política danesa.

Un ejemplo de plena actualidad se plantea con los semiconductores, "componentes en miniatura que alimentan todos los dispositivos de los que dependemos en nuestras vidas, y de los que ahora hay una grave escasez. Tanto si se trata de una PlayStation 5 como de un vehículo nuevo", señaló la vicepresidenta de la Comisión.

Hay muchos factores detrás de esta escasez: "desde el aumento de la demanda procedente de las estancias en casa durante la pandemia, pasando por las tensiones geopolíticas que han provocado el acaparamiento de suministros, sobre todo en China, hasta las decisiones empresariales de algunas empresas de cancelar los contratos de suministro, sólo para encontrarse al final de la cola cuando la demanda repuntó", expuso Vestager.

En este contexto, tanto la UE como Estados Unidos se han fijado objetivos para ampliar sus capacidades innovadoras de diseño y fabricación de semiconductores, por lo que la vicepresidenta incidió en la necesidad de que el club comunitario aproveche sus "puntos fuertes" como líder de equipos de fabricación y el hecho de estar a la vanguardia de la investigación y la innovación para apostar en ese terreno.

Para lograrlo, según Vestager, la UE necesita acceder a los mercados mundiales y tiene que saber gestionar sus "interdependencias" con otras partes del mundo, incluido Estados Unidos.

E identificó cuatro principios principales detrás de las asociaciones "sólidas" para las cadenas de suministro "resilientes".

El primer paso hacia la cooperación es la transparencia, indicó, algo que -recordó- acordaron los dos bloques en la primera reunión del Consejo de Comercio y Tecnología UE-Estados Unidos, que se reunió en Pittsburgh (EE. UU.) en septiembre pasado.

En segundo lugar, es necesario "mantener los mercados abiertos", ya que "la autosuficiencia es una ilusión".

"Entre 350.000 y 420.000 millones de dólares. Esa es la cantidad que la industria estadounidense de semiconductores calcula que se necesita en inversión inicial, para cubrir toda la demanda nacional mediante una cadena de suministro totalmente autosuficiente. Para la UE, esta cifra sería entre 240.000 y 330.000 millones. Esa cantidad de dinero significaría, por supuesto, una cosa: chips más caros y un impacto negativo en todo tipo de mercados", aseguró.

En tercer lugar, según Vestager, hay que "evitar una carrera de subvenciones que deje a todos en peor situación" y autorizar solo las que estén "justificadas".

En cuarto lugar, para crear esa confianza, hacen falta "garantías suficientes de seguridad de suministro" con EE.UU., "incluso en tiempos de crisis, aunque cambie el panorama político de sus gobiernos", concluyó.