Wuhan, primera gran ciudad china en suavizar el límite a la compra de casas

Wuhan, en el centro de China, se convirtió en la primera gran ciudad china en suavizar el límite de propiedades residenciales que una familia puede comprar, una medida orientada a tratar de reavivar la actividad en el maltrecho mercado inmobiliario del gigante asiático, informa hoy la prensa local.

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Las autoridades de la urbe, capital de la provincia de Hubei y octava localidad que más PIB produce del país, permitirán a las familias locales tener hasta tres apartamentos, mientras que las procedentes de otros lugares podrán adquirir un máximo de dos.

La medida deshace los límites impuestos por el Gobierno nacional en 2017 ante la situación de sobrecalentamiento que vivía entonces el mercado, que contrasta con la situación actual, en la que los precios de la obra nueva llevan cayendo 16 meses consecutivos, según datos oficiales, ante una importante caída en las ventas.

Concretamente, las ventas pactadas de las 100 principales promotoras del país descendieron un 32.5 % interanual en diciembre, según cifras de la consultora inmobiliaria CRIC.

Algunas ciudades menores como Dongguan o Foshan, ambas en la provincia suroriental de Cantón, ya habían retirado los citados límites, pero Wuhan es la primera entre las diez localidades más ricas del país en hacerlo, aunque analistas citados por el diario hongkonés South China Morning Post no creen que esto vaya a replicarse en megalópolis como Pekín, Shanghái o Shenzhen.

La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento, entre las que destacaba Evergrande, con un pasivo de más de 300,000 millones de dólares.

En los últimos meses, ante la crisis en el sector, el Gobierno ha cambiado su tono y ha anunciado diversas medidas de apoyo, con los bancos estatales abriendo asimismo líneas de crédito multimillonarias a diversas promotoras, marcando como objetivo prioritario la construcción de los proyectos vendidos sobre plano.

La falta de liquidez en el sector provocó que numerosas promociones en todo el país se vieran obligadas a parar las obras, lo que se tradujo el pasado verano en un "boicot de hipotecas" que se extendió a más de un centenar de ciudades, con los compradores de los pisos inacabados comunicando a los bancos que no seguirían pagando sus créditos.