El Premio Nobel de Literatura 2016 no sólo aportará su nombre a la colección de tres tipos de whiskey - de centeno, natural y de doble barril -, sino que será inversionista en el proyecto, junto al empresario Marc Bushala, para el cual recolectaron unos 35 millones de dólares.
“Queríamos crear una colección de whiskey americano que, de su propia manera, narrará una historia. Durante décadas he estado viajando y he podido probar algunos de los mejores licores que ofrece el mundo del whiskey. Éste es un gran whiskey”, explicó Dylan al periódico.
Aunque Dylan es conocido por su afán de trazar su propio camino, en esta ocasión está siguendo los pasos de otras celebridades que han puesto su nombre, y en ocasiones su dinero, para comercializar bebidas alcohólicas, algunas de gran éxito comercial.
George Clooney vendió el año pasado su marca de tequita "Casamigos" por casi mil millones de dólares al gigante de las bebidas Diageo, y el rapero Jay-Z comercializa algunas versiones de su espumante Armand de Brignac por más de cinco mil dólares por botella.
El "bourbon", como se conoce al whiskey de ascendencia estadunidense, goza de un renacimiento como bebida en Estados Unidos, con ventas de 3.4 mil millones de dólares en 2017, un aumento de 52 por ciento en cinco años, destacó el diario.
Un haz de bourbons de alta calidad, todos destilados en Kentucky, se cotizan en más de tres mil dólares por botella como el Michter’s Celebration Sour Mash Whiskey o el Old Rip Van Winkle Pappy Family Reserve de 23 años.