Con el apoyo de más de ocho mil elementos de Seguridad Pública, el concierto finalizó sin mayores imprevistos, al tiempo que resultó un éxito para la CDMX y el músico británico, que fueron testigos del ánimo de los mexicanos.
Jóvenes y adultos comenzaron a llegar al Primer Cuadro de la ciudad desde el viernes por la tarde y continuaron arribando durante la mañana de este sábado, hasta llenar la Plaza de la Constitución, así como los corredores de las Avenidas Pino Suárez, 20 de Noviembre y la calle 5 de Febrero.
Tras la espera, a las 20:00 horas el cofundador y principal compositor de la banda Pink Floyd deleitó a los presentes por más de dos horas, con un viaje a través de los éxitos de la banda y con uno de los espectáculos más vistosos que se hayan presentado en el Zócalo capitalino.
Roger Waters regresó después de cuatro años de su última visita al país con una producción que contó con 200 bocinas y visuales desplegados en una pantalla de 90 metros de ancho, así como mil metros cuadrados de video. El montaje contempló un área especial para personas con discapacidad, de tal forma que nadie quedó excluido del concierto.
El show se replicó en tres pantallas instaladas en Avenida 20 de Noviembre y Uruguay; Avenida 20 de Noviembre y Plaza de la Constitución, así como Avenida José María Pino Suárez y Plaza de la Constitución, casi enfrente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El impulso a la cultura como motor de desarrollo y generador de convivencia ciudadana es uno de los principios del Gobierno de la Ciudad de México.
Valoramos la gran respuesta de la ciudadanía que, en orden y armonía acudió a este espectáculo de talla internacional gratuito y disfrutó una noche histórica.
