La gira más corta de la historia de Coldplay, un tour que comenzó hoy y finalizará el lunes en Londres por la decisión del grupo de no seguir dando conciertos hasta que sean sostenibles ambientalmente, deja la constatación de que el grupo va a parar tal vez en su mejor momento en los últimos años.
"Everyday life" es un disco comprometido, un disco que habla de refugiados, de niños que sufren las guerras y del horror del conflicto, y Jordania, un país salpicado por todos los conflictos de Oriente Medio, sabe muy bien de todo eso.
Por ello, las más de dos horas de concierto que Coldplay dio hoy en la Ciudadela de Ammán, el mismo escenario de la puesta de largo del disco, tuvieron en el público a un compañero cómplice, una pareja de baile perfecta para que el grupo sonara de manera sobresaliente.
"Sunrise", el tema de apertura de su nuevo álbum abrió la noche, seguida por las primeras paradas del trabajo, con "Trouble in Town" y "Broken" hasta llegar a "Scientist".
La química funcionó. Lo nuevo es distinto de lo anterior, pero entra bien y marida con lo clásico.
Chris Martin disfrutó. Recordó que era la primera vez que tocaban en dos años, desde que en Buenos Aires hicieran el último de los 122 conciertos que dieron en la gira de "A head full of dreams".
"Fix you" dio paso a "Daddy". La intimidad del tema creció bajo la noche estrellada jordana, entre cientos de luces de teléfonos caros del público -no había mucha niña como la de la canción- para dejar un momento de emoción.
Luego sonaron los acordes de "Arabesque", el título más espectacular de su último trabajo. Fue una pena no tener en el escenario con el belga Stromae pero Femi Kuti y su banda compensaron con creces.
El saxofonista anglonigeriano, comprometido con las causas sociales al igual que Coldplay, tuvo incluso espacio para tocar uno de sus temas.
Con "Viva la vida" volvieron a subir las revoluciones antes de otro de los momento estelares de la noche: "Orphans", un tema sobre la guerra de Siria, la muerte y el más allá que los británicos han convertido en himno jovial.
"Esta es la primera vez que tocamos esta canción frente al público y es una puta pasada", celebró el frontman de Coldplay poco después de haber comenzado a cantar la canción.
Coldplay siguió desgranando el nuevo álbum con "EKO" sin dejar de tocar clásicos como "Yellow".
Antes de salir a los bises el grupo recordó que normalmente cierra los conciertos con fuegos artificiales pero en "Guns" Martin tiro de pirotecnia de hombre espectáculo y se bajó del escenario para meterse entre el público, subirse a un pequeño pódium entre la gente y cantar pegado a sus seguidores.
Jordanos, libaneses, sirios también, disfrutaron y saltaron esta noche. Los únicos que no lo hicieron fueron los miembros del nutrido grupo de agentes de paisano que estaban en el concierto (era fácil saber quienes eran porque no se movían).
El concierto se fue marchando con "Adeventure of a time", antes de que dos temazos como "Champion of the World" y "Everyday life" dejarán mandado y finiquitado el mensaje.
Definitivamente Coldplay ha guardado todo lo bueno y ha ido a mejor.