La Semana de la Crítica cumple 60 años como impulsora de nuevos talentos

El Festival de Cannes tiene desde 1962 una sección paralela dedicada en exclusiva al descubrimiento de jóvenes talentos, la Semana de la Crítica, que este miércoles inicia su 60 edición sin haber perdido la curiosidad necesaria para seguir al acecho de sorpresas.

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Ese apartado que apuesta por primeras y segundas películas sirvió de trampolín para la carrera del británico Ken Loach, el mexicano Alejandro González Iñárritu, el francés François Ozon, el italiano Bernardo Bertolucci y el hongkonés Wong Kar-wai.

Para cuando nació, el Festival de Cannes cumplía su décimo quinto año, y todavía no había visto la luz la Quincena de Realizadores, su segunda sección paralela, creada en 1969 con el doble objetivo de descubrir filmes de jóvenes autores y de ensalzar las obras de directores reconocidos.

La Semana fue impulsada por el Sindicato francés de la Crítica de Cine y esa sigue siendo su particularidad, explica a EFE su actual delegado general, Charles Tesson, que tras diez años al frente le cederá el testigo a partir de agosto a Ava Cahen.

"Los seleccionadores son críticos de cine. Para nosotros es importante tener un buen conocimiento general del cine y ser sensibles a lo que nos parece singular y que cambia un poco la idea que tenemos de una cinematografía nacional", apunta.

Su germen partió en 1961 del propio festival de Cannes, con la proyección de "The Connection", de la estadounidense Shirley Clarke. Un filme lejos de las tendencias reinantes, pero cuyo éxito hizo que, con el beneplácito del Centro Nacional francés de Cinematografía, se decidiera renovar la apuesta al año siguiente y ampliarla con una sección propia.

APUESTA POR LA RENOVACIÓN

El surgimiento de la Semana en los años sesenta coincidió con una efervescencia cinematográfica. Años de renovación con un cine de autor procedente de Japón, Italia, Brasil o los países del este, con un comité organizador encabezado por Georges Sadoul, un gran historiador vinculado al Partido Comunista.

"Aportó una apertura a cinematografías que no conocíamos. La Semana es a la vez un territorio nuevo geográfico y estético, que no está en ruptura pero que aborda nuevas líneas", sostiene Tesson, profesor de Cine en la Sorbona de París.

La primera selección de la Semana, en 1962, incluyó entre otros los filmes argentinos "Tres veces Ana" y "Alias Gardelito", de David José Kohon y Lautaro Murúa, y el estadounidense "Strangers in the City", de Rick Carrier.

Este año han pasado la criba la española "Libertad", de Clara Roquet; "Amparo", del colombiano Simón Mesa Soto, o "The gravedigger's wife", del somalí Khadar Ayderus Ahmed, que podrían darle a sus directores el premio Cámara de Oro a la mejor ópera prima de todo Cannes.

Su celebración, hasta el 15 de julio, llega este año en un momento en que la sección oficial Una Cierta Mirada ha vuelto a poner su foco en los nuevos creadores, tras años en los que parecía relegar a ese apartado a filmes que no entraban en la competición por la Palma de Oro.

"Siempre ha existido competencia. Lo que es estimulante es la gran cantidad de primeras películas que llegan cada año. Está muy bien que Cannes lo ponga en valor. Para nosotros es nuestra principal vocación", añade Tesson.

El sudeste asiático despunta ahora como zona prometedora: Malasia, Singapur, Indonesia, Camboya o Birmania, "aunque la situación allí sea extremadamente complicada".

Pero no hace falta viajar muy lejos para encontrar nuevas miradas. Sucedió con "Mimosas", segunda película del español Oliver Laxe, que con ese viaje místico por el Atlas marroquí ganó el gran premio de 2016.

"Nos quedamos con cineastas que abren nuevas vías a nivel nacional pero también internacional", resume Tesson. En estas seis décadas, han superado ese criterio unas 700 películas de 50 nacionalidades.

Cahen, de 35 años, tomará las riendas después de haber pasado un lustro en el comité de selección. "Es de una nueva generación. Aportará otro tono y otra mirada. Es importante que la Semana se renueve, manteniendo su rumbo y espíritu pero dándole otra dimensión", concluye su hasta ahora antecesor.