Coral tiene apenas tres meses, por lo que todavía desconoce el simbolismo que acarrea su linaje para millones de mortales. Es un perro xoloitzcuintle, una milenaria y peculiar raza sin pelo que se encarga de guiar a las almas y que se ha convertido en un símbolo del Día de Muertos y de México.
Edgar Tezcatzin López recuerda correr entre flores de cempasúchil en el sur de la Ciudad de México desde que tiene uso de razón y ahora, después de un duro año por la pandemia, el invernadero de su familia se prepara para el Día de Muertos con entusiasmo ante las nuevas oportunidades.
La Ciudad de México inició este jueves la plantación de 260,000 flores de cempasúchil para comenzar los preparativos para el Día de Muertos, cuyas celebraciones a lo grande regresarán este año después de la pandemia, informaron autoridades capitalinas.
La primera Catedral de América, la Catedral Metropolitana, ubicada en pleno Centro Histórico de la Ciudad de México, ofrecerá una serie de recorridos turísticos religiosos, previo a la celebración del Día de Muertos.
Las calles de la Ciudad de México volverán a llenarse de colores, calaveras y tradición por las festividades relativas al Día de Muertos, recuperando el tradicional desfile, y las familias podrán regresar a los panteones a recordar a sus seres queridos, después de que el pasado año se viviese una insólita festividad desde casa.
Snapchat México conmemora el Día de Muertos con el anuncio del Snap Calaverita Lensathon, en el que, de la mano de creadores y creadoras mexicanos, Catrinas, Ofrendas y Calaveritas serán elementos clave para esta celebración Catrinas, Ofrendas y Calaveritas a través de Realidad Aumentada.
Cuatro días después del atentado que costó la vida a tres personas en una iglesia católica de Niza y en medio de las restricciones impuestas para detener la pandemia de coronavirus, los cristianos franceses celebraron este domingo de forma muy peculiar la festividad de Todos los Santos.
Bajo una luna azul, los pueblos mayas de los Altos de Chiapas, en el sureste de México, celebran estos días la fiesta del alma (k´in ch´ulelal, en tzotzil), su particular Día de Muertos, dos días de convivencia espiritual con las almas de sus ancestros.
Ya se aproxima el Día de Muertos, una de las tradiciones más ancestrales e icónicas en México, y a pesar de que es una fecha festiva , con colores y baile, también es un momento de reflexión sobre la muerte y cómo ésta forma parte de la vida todos los días.
El amarillo de la flor de cempasúchil guía, cada Día de Muertos, a los difuntos mexicanos para que se reúnan con sus familiares de este mundo. Y desde hace unos años esta planta también atrae a los vivos, pues con ella se elabora un tipo de pulque exclusivo de esta temporada.
La festividad de los Fieles Difuntos es una ley intangible en el sureño estado mexicano de Oaxaca, y sus panaderos la aplican a la perfección en el pan de muerto, que decoran con filigranas para la ofrenda que este 1 y 2 de noviembre colocarán para sus seres queridos fallecidos.
El escultor y pintor zatecano Manuel Felguérez, la muralista chihuahuense Aurora Reyes y el pintor y arquitecto Juan O'Gorman son algunos de los artistas que ciertos museos de la Ciudad de México esperan recibir con ofrendas presenciales con motivo del día de Muertos en México.
La artesanía mexicana revela nuestra identidad y costumbres. Es admirada en el mundo entero y en el estado de Oaxaca las manos de sus artesanos son capaces de narrar, sobre distintos lienzos, sublimes historias en donde el color y las texturas se transforman en sentimientos de esperanza y gratitud.
En un esfuerzo conjunto para que ninguna flor de cempasúchil se quede sin vender con motivo de la celebración del Día de Muertos, las Secretarías del Medio Ambiente (Sedema) y de Desarrollo Económico (Sedeco) capitalinas lograron que productores de Xochimilco y Tláhuac oferten sus productos de manera temporal y gratuita en más de 10 centros comerciales de la Asociación de Desarrollos Inmobiliarios de la Ciudad de México (ADI).
Se acerca el Día de Muertos y con ello las ganas de honrar a los seres queridos de la mano de una de nuestras tradiciones más preciadas. Cuando pensamos en esta festividad, es inevitable anhelar sus sabores como el deleite de un buen mole o la dulzura del pan de muerto, así como recordar la ofrenda y sus colores: papel picado, calaveras, flor de cempasúchil y retratos familiares.