El caso de Melissa Lucio, encarcelada en un corredor de la muerte en el corazón del Texas rural, ha atraído la atención de numerosas organizaciones, expertos y legisladores, que insisten que las autoridades están a punto de ejecutar con la inyección letal a una madre latina que es inocente de matar a su hija de dos años, porque la niña no fue víctima de un crimen, sino de un accidente.