Durante los diecisiete años que la soldado transgénero Melody Stachour lleva sirviendo ha visto cómo las Fuerzas Armadas de EE.UU. prohibían a los homosexuales y bisexuales salir del armario, y ni siquiera admitían a transexuales, con unas medidas discriminatorias ya superadas que, no obstante, siguen pesando en la institución.