El mercado laboral se encuentra en constante cambio y las necesidades de las empresas siempre están en evolución. De esta manera surgen nuevos cargos, como es el caso del office manager o gerente de oficina. Un puesto que no es tan popular en México, pero que es de mucho valor.
La reforma en materia de outsourcing o subcontratación han generado un ambiente de incertidumbre al interior de las empresas, pues muchas aún desconocen cómo hacer una migración eficiente para cumplir con la legislación. De acuerdo con las modificaciones de ley, la subcontratación de personal que realice tareas permanentes o esenciales queda prohibida, de modo que las compañías deberán contratar al personal directamente bajo su razón social, es decir, incorporarlos como parte de su nómina interna.
El término mindfulness se utiliza cada vez con más frecuencia. Lo vemos en la televisión, revistas, redes sociales y en diferentes marcas. A través de esta práctica, las personas pueden desarrollar su capacidad para concentrarse en el presente y estar conscientes del mundo que los rodea. Las empresas han encontrado varios beneficios en la realización de esta actividad.
Existen varias razones por las que una empresa decide no contratar a un aspirante. Los reclutadores valoran cómo se expresa el candidato sobre su trabajo anterior, qué tanto conoce de la organización, su experiencia y si hay información curricular relevante para concretar una entrevista.
Conseguir empleo puede convertirse en una verdadera odisea para las personas jóvenes que no han trabajado previamente.
En México es cada vez más común que las empresas tengan una mayor apertura para contratar a las y los colaboradores de la comunidad LGBT+. Sin embargo, todavía existen varios retos por delante, como que las organizaciones implementen políticas de inclusión y no discriminación en los espacios de trabajo.
El mundo laboral cambió drásticamente con la llegada del COVID-19. Los desafíos, condiciones y modelos de trabajo ahora son otros. La transición de las oficinas al home office o a esquemas mixtos ha tenido impacto en la salud mental y física de los mexicanos. Según estimaciones de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 75% de los trabajadores padece de tecnoestrés.
La pandemia de COVID-19 lo cambió todo: desde nuestra manera de relacionamos con los demás, hasta nuestros hábitos de consumo. Las restricciones de movilidad, aunadas a la amenaza constante de rebrotes y la transición de los negocios hacia lo digital, han tenido repercusiones también en los esquemas de trabajo.
En todos los espacios de trabajo coexisten las distintas personalidades, caracteres y emociones de los colaboradores. El clima laboral impacta directamente en la productividad y el compromiso de los empleados. Por eso es importante mantener un buen ánimo en el equipo, saber dirimir las diferencias y evitar los conflictos para construir un sano ambiente de trabajo.
La habilidad de las empresas para potenciar las capacidades, cualidades y talentos entre su personal es clave de resiliencia ante un desafiante escenario económico provocado por la emergencia sanitaria de la pandemia.
La adaptación de un nuevo modelo de operación en las empresas ante el desafío que trajo la pandemia implicó también adoptar herramientas digitales a fin de crear entornos más productivos y sobre todo, de supervivencia.
En el actual contexto económico, la edad todavía representa un obstáculo para las oportunidades laborales que parecen permear solo entre las nuevas generaciones, para las cuales la tecnología es un lenguaje nativo.
Conformar un equipo de trabajo con talento de diversas generaciones y lograr una sinergia laboral no siempre es fácil, ya que en una misma organización coinciden creencias, costumbres y hasta métodos de trabajo muy dispares.
Más allá del dicho o propósito que reza “Año nuevo, vida nueva”, el desafío para muchas personas el próximo año será conseguir empleo, ya que las cifras no son alentadoras: tan solo en el tercer trimestre del año la cifra de desempleados llegó a 3.6 millones, de acuerdo con cifras del Inegi.
A pesar de que el home office ha sido de gran ayuda para miles de empresas y trabajadores en todo el mundo tras la aparición del COVID-19, conforme se ha ido mermando la curva de contagios, las organizaciones han tenido que repensar sus dinámicas, espacios y medidas de higiene para garantizar la seguridad de todos.