En el último año de la operación de combate internacional, el número de víctimas civiles aumentó un 22 por ciento frente a 2013, y el de heridos un 21 por ciento.
Ello se debió sobre todo al incremento de combates terrestres, que se cobraron el 34 por ciento de las víctimas, situándose por primera vez como la principal causa de las muertes. En los años previos, el estallido de bombas colocadas en carreteras eran el principal motivo de la muerte de civiles.
Los combates terrestres tuvieron lugar con frecuencia en áreas pobladas, señala el informe. Ello fue "consecuencia del cambio de dinámica del conflicto", analizó Nicholas Haysom, representante especial del secretario general de la ONU para Afganistán y jefe de la misión.
En su informe anual sobre la protección de civiles en el país, la Unama responsabiliza del 72 por ciento de las víctimas civiles a las acciones de los talibanes y las fuerzas hostiles al gobierno.
El 12 por ciento corresponderían a las fuerzas de seguridad afganas y el dos por ciento a las tropas internacionales, cuyas operaciones de combate terminaron a finales de 2014. Sin embargo, el número de víctimas civiles causadas por parte de las fuerzas del gobierno en operaciones sobre el terreno creció un 141 por ciento frente a 2013. El resto de las víctimas no se atribuyeron a ninguna de las partes en conflicto.
Desde que se empezó a elaborar el informe hace seis años, la ONU registró 17,774 civiles muertos en Afganistán y 29,971 heridos.
El informe se dio a conocer coincidiendo con el inicio de una ofensiva de gran alcance de las fuerzas de seguridad afganas contra los talibanes en el sur del país, informaron hoy fuentes oficiales.
Se trata de la primera gran operación por parte de las fuerzas afganas desde que las tropas internacionales terminaran su misión en diciembre. El Ministerio de Defensa señaló que la operación, bautizada "Zolfeqar", arrancó el lunes en la convulsa provincia de Helmand ya ha dejado 45 insurgentes muertos, 11 heridos y el incautamiento de gran cantidad de armas y munición.
La operación comenzó justo antes del inicio de la ofensiva de primavera que los talibanes lanzan cada año contra el gobierno y que las fuezas de seguridad afganas enfrentan por primera vez este año sin el apoyo de las tropas internacionales sobre el terreno. (DPA)