Congreso no puede seguir evadiendo su responsabilidad en materia de desapariciones forzadas

Ante las cifras escalofriantes dadas a conocer por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de 29 mil 903 desaparecidos a nivel nacional, el Congreso de la Unión no puede seguir soslayando la reforma al artículo 73 constitucional, y elaborar la ley secundaria en la materia que debería haber aprobado desde enero de 2016, declaró el diputado federal Alejandro Ojeda.

El vicepresidente de la Cámara de Diputados insistió en que frente al panorama tan negro que nos ofreció la CNDH, es necesario concretar la emisión de una Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Desaparición de Personas, así como la elaboración de diversos protocolos en la materia.

Mientras nos indignamos por lo que está sucediendo en países en guerra como Siria, el legislador perredista aseguró que el número de desaparecidos nos deja en una situación muy similar a esa nación, por lo que coincidió con el organismo nacional, en el sentido de que en nuestro país enfrentamos un problema estructural en la atención de la desaparición de personas, derivado de varios factores, entre otros, la falta de una ley en la materia.

Subrayó que las inconsistencias jurídicas, así como la falta de profesionalización de quienes deben atender este asunto, aunado a la conjunción de impunidad, violencia, inseguridad, corrupción y colusión de diversos servidores públicos con la delincuencia organizada, se agudiza con las condiciones de desigualdad, pobreza y pobreza extrema que impiden un desarrollo social en distintas zonas del territorio nacional.

Reiteró que ante el aumento de los casos de desapariciones forzadas y al mismo tiempo la aparición de fosas clandestinas, ponen a nuestro país en una situación que raya en los delitos de lesa humanidad, pues según el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, se puede tipificar así todo aquel acto tipificado como asesinato, exterminio, esclavitud, deportación o traslado forzoso de población, encarcelación u otra privación grave de la libertad física.

Por ello se hace más necesaria una legislación que permita una procuración de justicia pronta y expedita que, con investigaciones eficaces y sustentables para la localización de víctimas y el ejercicio de la acción penal contra los responsables, expresó.

Basta ya, dijo, de que en la mayoría de los casos se sitúe a los agraviados y a sus familiares en estado de abandono, revictimizándolos al hacerles nugatorios sus derechos reconocidos en la Constitución General de la República.

Tras señalar que existen iniciativas tanto del Ejecutivo Federal, como del Legislativo que están durmiendo el sueño de los justos, el diputado Alejandro Ojeda confirmó que se debe establecer en el corto plazo una política integral que prevenga, investigue y sancione las violaciones que se derivan del problema de las desapariciones.

Subrayó que es claro que el país no cuenta con un sistema nacional de búsqueda de personas desaparecidas que garantice la verdad, justicia y reparación del daño a las víctimas.

Asimismo, dijo, es necesario contemplar en la ley, la creación de un banco nacional de ADN dirigido por la ciudadanía para garantizar absoluta trasparencia, además un sistema que contemple acciones de prevención, investigación, persecución y criterios para sancionar este ilícito; además de dar protección y asistencia a familiares de las víctimas y testigos.

Comentó que en México la desaparición forzada de personas es una tragedia que cada día cobra más víctimas y en algunas entidades federativas es una práctica sistemática.

Como lo dio a conocer la CNDH, los órganos de procuración de justicia locales informaron haber localizado en total 855 fosas clandestinas de las que se exhumaron mil 548 cadáveres, habiéndose identificado a 796.

Coahuila, Colima, Nuevo León y Veracruz informaron a la CNDH haber exhumado y/o encontrado un total de 35,958 restos óseos y/o humanos; ello sin contar a Morelos que últimamente se ha convertido en un estado emblemático por el descubrimiento de fosas clandestinas.